Apego Desorganizado

El Apego Desorganizado (I)

- Guía Completa -
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""Me siento algo incómodo acercándome a los demás.

Quiero relaciones emocionalmente cercanas, pero me resulta difícil confiar completamente en los demás o depender de ellos.

A menudo me preocupa que los demás me hagan daño."

Ejemplo

En nuestro escenario del parque familiar podría verse así: cuando el niño se va a explorar y se lastima, es acusado de no tener cuidado o, peor aún, recibe un castigo físico por su paso en falso.


En lugar de consuelo, se enfrenta a la situación de que la persona que esperaba que lo consolara se vuelve amenazante (si bien la violencia física no siempre está presente en el desarrollo del apego desorganizado, es bastante común).


Esto crea una situación sin salida para el niño: la fuente de seguridad también es al mismo tiempo peligrosa y aterradora. La consecuencia es que el niño crecerá teniendo muy malas relaciones y las sentirá como extremadamente arriesgadas.

Infancia

¿Cómo desarrollan los niños un estilo de apego desorganizado?

estilo de apego desorganizado


En los niños, un patrón de apego desorganizado a veces se denomina estilo de apego temeroso-evitativo. En la edad adulta, la desorganización de apego también se denomina estilo de apego desorientado.

La causa más común de apego desorganizado es tener uno o ambos cuidadores abusivos y/o violentos (dan miedo y no son seguros). Casi el 80% de los bebés maltratados tienen problemas de apego desorganizado. 


Otras causas comunes pueden ser:

  • tener un padre que lucha contra patologías psiquiátricas crónicas, alcoholismo u otras toxicomanías.
  • las fuertes peleas maritales de los padres,
  • la pérdida no resuelta de una figura de apego
  • u otras experiencias severamente traumáticas.


Estos padres suelen ser severamente insensibles, algunos (terriblemente) violentos y muestran incompetencias parentales severas y crónicas, generalmente irrecuperables, lo que hace que actúen de manera muy inconsistente: parecen actuar en el mejor interés de sus hijos un minuto y los descuidan completamente o incluso los agreden al siguiente.


Cuando los padres establecen estas interacciones que son aterradoras, confusas y que a menudo involucran violencia, los padres se convierten en fuente de miedo.  Esto crea una contradicción vital desconcertante de deseo de estar cerca de los padres -para hallar seguridad y amor- y, al mismo tiempo, un impulso de separarse de ellos -por temor. Lo que provoca una oscilación entre un estilo evitativo y un estilo ansioso (entre búsqueda y evitación, entre estar ansioso porque regrese el cuidador y portarse mal o hacer algo para alejarlo cuando llega por sentirse amenazado con su presencia; entre pedir ayuda y alejarse por sentir confusión o miedo; entre pedir abrazos y luego salir corriendo…). 


Cuando se expone a estas situaciones imposibles de resolver una y otra vez, el niño desarrolla un patrón de
impotencia y de no poder resolver problemas (falta absoluta de control sobre lo que pasa). Tarde o temprano el niño responderá con rechazo y hostilidad y no habrá nada que pueda hacer para disminuir su ansiedad, miedo y desesperanza, ganar cercanía afectiva para comprender lo que le pasa o para sentirse seguro y protegido. 


El resultado final es un colapso, todo lo que vive es tan caótico, tan traumático y tan doloroso que
no puede organizarse para responder de una manera regular.  Esto crea una infancia que confunde al niño y lo lleva a imitar habitualmente estos comportamientos conflictivos. 


Características



Aunque se considera el trastorno de apego más complejo y que puede ser un problema grave que requiere tratamiento terapéutico, la desorganización temprana no condena automáticamente a una persona a un apego desorganizado posterior en su vida adulta.


Ten en cuenta que no es probable que tengas este tipo de lesión por apego y que tú y las personas que te rodean no lo hayan notado.


  • A menudo puedes parecer un camaleón: puedes ser distante y evitativo un día y ansioso y emocional al siguiente, lo que  crea un patrón de comportamiento confuso, inestable e impredecible.
  • Al igual que el grupo ansioso, te ves a ti mismo de forma negativa, tienes baja autoestima y crees que no eres digno de amor.
  • Dificultades para tomar decisiones (inconsistencia).
  • Muy sensible a los gritos. Fácilmente asustado o alarmado.
  • Vigilancia constante del peligro (el mundo es un lugar peligroso). Casi esperas que sucedan cosas malas. Esto puede impedirte vivir con alegría ya que tiendes a volverse pesimista
  • Sueles tener dificultades para comunicarte o hacerlo con claridad, y pareces desinteresado ​​en todo, ya que en realidad estás increíblemente inseguro sobre el mundo y las personas que lo habitan.
  • En lugar de buscar apoyo, desconfías de las personas -incluso puedes verlas como una amenaza- y te aíslas en ti mismo. Muy ansioso por las intenciones de los demás. Miedo al abandono.
  • Mayormente solitario, con poca motivación social. La intención inicial de conocer a otros suele ser divertirte, no crear vínculos con ellas. Alejas a las personas y tiene pocas relaciones genuinamente cercanas
  • No sueles buscar relaciones, aunque estás abierto a tener citas cuando se te presenta una buena oportunidad. 
  • Mala regulación emocional. Frecuentes cambios de humor. Falta de control de los impulsos. Al sentirte completamente solo, sufres ansiedad y no cuentas con mecanismos para afrontar la angustia o las amenazas emocionales percibidas.
  • Fuerte necesidad de tener el control. Podría tratar de manipular a las personas para que actúen de la forma en que tú quieres que actúen (no lo haces con una intención  maliciosa de lastimar a otros).
  • Puedes exhibir patrones de comportamiento antisocial o negativo, abusar del alcohol o las drogas, o ser propenso a la agresión o la violencia.
  • Mayor probabilidad de tener problemas con la ley, los tribunales y los entornos institucionales. 
  • Resistencia a formar vínculos seguros debido a los problemas de confianza. Ambivalencia: buscas una cercanía extrema o una distancia extrema (falta de presencia en las relaciones), sin puntos intermedios.
  • Puede tener flashbacks o revivir experiencias traumáticas.
  • Dificultades para concentrarte.
  • Puede parecer que estás "desprotegido", que eres vulnerable.
  • Sueles culpar a los demás de tus acciones, por lo que las personas pueden desesperarse por tu negativa a asumir tu responsabilidad. El apego desorganizado implica un trauma infantil y el hecho de que (falsamente) niegues haber dicho ciertas cosas o comportarte de cierta manera no significa que estés tratando de engañar a los demás.
  • El apego desorganizado en la edad adulta también está relacionado con la ansiedad, la depresión, autolesiones, adicciones, trastorno límite de la personalidad (TLP) y trastorno de identidad disociativo  (antes conocido como desorden de personalidad múltiple), una condición grave de desconexión de la realidad común en casos de abuso físico o sexual.

Nivel de diferenciación

Pueden tener límites pobres, comprometiendo sus necesidades para proteger la relación. Otras veces esos límites van a ser muy rígidos para no dejar entrar a nadie en su mundo.



¿Cómo eres en una relación? Rasgos del apego desorganizado en las relaciones adultas

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  • Los adultos con un estilo de apego desorganizado en las relaciones carecen de un enfoque coherente. Pueden mostrar una dinámica de tira y afloja: por un lado, quieren intimar, amar de manera comprometida y ser amados. Mientras que, por otro lado, tienen un profundo miedo de dejar entrar a alguien en su corazón por temor a ser dañados. 
  • De modo que aunque parezca que rechazas la intimidad emocional o que la evitas, simplemente le tienes miedo (similar a las personas con un estilo de apego evitativo), lo que hace que la estabilidad y la longevidad de una relación supongan un desafío para ti.
  • El temor a que las personas más cercanas a ti te lastimen, te lleva a anticipar el rechazo y la desilusión. Bajo tu percepción, es inevitable que te acaben haciendo daño.
  • Inconsistencia. Las relaciones íntimas te parecen confusas e inquietantes (como lo fue tu figura de apego), a menudo oscilas entre extremos emocionales de amor y odio por tu pareja. Es posible que veas a tu pareja como un lugar seguro en un momento, pero al siguiente, la desprecies.
  • Te cuesta separar el dolor de tu infancia de las actuales expresiones de amor de tu pareja. Lo que a veces te conduce a comportarte de manera  insensible, egoísta, desconfiada, explosiva o incluso abusiva hacia tu pareja. 
  • Puedes ser tan duro contigo mismo como lo eres con los demás.
  • No sabes cómo conectar con tu pareja. Es posible que desees una conexión sólida, pero la intimidad se siente como un territorio peligroso. 
  • Sin conexiones o apoyo sólidos, tiendes a vivir la vida con  ansiedad. Incluso si tus amigos, pareja, familiares y compañeros de trabajo te apoyan, tiendes a tener dificultades para darte cuenta. Claramente, te sientes completamente solo, lo cual es una forma aterradora de vivir la vida. 
  • A menudo simplemente estás en una relación porque es lo socialmente aceptable, no porque realmente ames o te preocupes por la otra persona. Por ello puedes terminar en roles pasivos, sumisos o secundarios dentro de tu relación de pareja.
  • Acostumbras a autosabotear tu relación: "Mejor te dejo yo antes de que tengas la oportunidad de lastimarme”.
  • No te preocupas demasiado por tus relaciones y te recuperas rápidamente cuando una relación termina.


Actitudes y comportamientos hacia el sexo

  • Ambivalente. Alternas comportamientos característicos tanto del estilo ansioso como del estilo evitativo. Puedes exhibir una pasión y un amor extremos por alguien y luego cerrar tu sistema de apego durante el acto sexual, debido al miedo a la intimidad y a sentirte abrumado por la confusión y las emociones fuertes que evoca el sexo.
  • Que las experiencias sexuales te evoquen emociones muy intensas,  potencialmente negativas es natural debido a tus vivencias traumáticas (de abuso físico o sexual). 
  • Al sentirte indigno de amor y la dificultad para confiar en tus amantes, a menudo buscas sexo casual y sin emociones. Buscar sexo sin emociones está relacionado con una mayor probabilidad de que sufras adicción al sexo.


Tener la tendencia a ser desorganizado en las relaciones no significa necesariamente que ¡SÓLO tendrás experiencias sexuales negativas! ⁠¡Tampoco significa que experimentarás los problemas enumerados anteriormente!⁠ Aún así, si te sientes insatisfecho con tu vida sexual, estos hallazgos podrían ayudarte a analizar el porqué.




Recuerda, aunque el apego desorganizado pueda presentar desafíos, con comprensión, esfuerzo y apoyo es posible encontrar la sanación y fortalecer los vínculos en tu relación. Si deseas profundizar en el tema y descubrir estrategias para sanar el apego desorganizado y cómo apoyar a tu pareja con apego desorganizado, te invito a dirigirte a "El Apego Desorganizado (II)" para leer la segunda parte de este artículo.

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