Apego Evitativo

El Apego Evitativo (I)

- Guía Completa -
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""Me siento cómodo sin relaciones afectivas cercanas.

Para mí es muy importante sentirme independiente y autosuficiente,

y prefiero no depender de los demás ni que los demás dependan de mí".

Ejemplo

Siguiendo con el escenario del parque: la relación de apego evitativo entre los cuidadores y el niño podría parecerse a esto: el niño sale a explorar el área, jugar con otros y ejercitar su independencia y se cae, lastimándose la rodilla. El niño llora, pero pongamos que el cuidador está enfrascado en una conversación profunda con otra persona o absorto en su smartphone y no escucha o decide ignorar a propósito el llanto del pequeño. 


Al principio, el niño persistirá en expresar su necesidad e  intentar vincularse con su cuidador, pero dado que sus solicitudes serán repetidamente rechazadas o ignoradas (en realidad, cuanto más se esfuerza un niño con apego evitativo por la intimidad, más distantes se vuelven sus cuidadores, ya que se sienten abrumados por las necesidades de su hijo) éste aprenderá a sobrevivir sin la atención y el afecto que naturalmente anhela. 


Al ver que la figura de apego no responde a sus necesidades, el niño empieza a retraerse y termina apagando su sistema de apego, suprimiendo sus deseos  de comodidad y cercanía emocional. Indirectamente el pequeño aprende prematuramente:


  • que está “solo” (deja de buscar apoyo o ayuda en los demás).
  • a ser autosuficiente (sabe que si necesita algo, debe conseguirlo por sí mismo).
  • a esconderse o retraerse y a adoptar un fuerte sentido de independencia y de confianza en sí mismo. Esta independencia se desarrolla como respuesta para evitar el rechazo y el abandono.
  • a calmarse a sí mismo y progresivamente ir ignorando su propia necesidad de consuelo. Puede incluso sentir vergüenza y culpa por tener necesidades o por necesitar ayuda para satisfacerlas. 
  • a restringir o inhibir la capacidad de reconocer sus estados emocionales, mucho más si estos son negativos (rabia, angustia, miedo o malestar). Igualmente incapaz de relacionarse con las emociones de los demás. Suele albergar mucha ira y tiene dificultades para expresarse, por lo que tiende a un comportamiento agresivo hacia aquellos con los que interactúa (se mete con los demás para sentirse mejor,  puede intimidar, engañar…). 
  • a no formar amistades ni conectar con su círculo familiar y social.  Estar con otros le causará estrés y ansiedad, y por lo tanto, tenderá a ser solitario.
  • a tratar a los demás con igual desinterés que a sus padres y/o con poca o ninguna consideración.
  • no confiar en el mundo en absoluto (la vida es estresante para ellos porque no creen que se puede confiar en el mundo o simplemente vivir relajado).
  • suprimir su curiosidad e interés por el mundo (para no tener que depender de nadie más para su cuidado o apoyo).
  • no confiar  en las situaciones nuevas o extrañas. 
  • A menudo, son niños que parecen muy maduros y “crecen demasiado rápido”.

Infancia

¿Cómo desarrollan los niños un estilo de apego evitativo?

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¿Por qué los padres no están disponibles?

El desarrollo de un estilo de apego evitativo  generalmente ocurre debido a la no disponibilidad de la figura de apego principal (normalmente, la madre) por el motivo que sea: por fallecimiento, por enfermedad física o mental, por abandono, por ser emocionalmente reservada o distante... O puede que ella misma también tenga un estilo de apego evitativo y tenga dificultades con la empatía (o incluso cierta aversión al contacto) y carezca de la suficiente comprensión sobre cómo apoyar a su hijo.


O es posible que se trate de padres o cuidadores totalmente negligentes que muestran
conductas de rechazo, marginación y/o también hostilidad ante la expresión del bebé de sus necesidades.


Es posible que algunos cuidadores no rechacen intencionalmente las necesidades de su hijo, pero debido a su
carácter estricto y exigente esperan que el pequeño sea independiente y lo dejan para que se las arregle solo antes de tiempo, pudiendo incluso reprender al niño por depender de ellos.


Hay padres que consideran que las necesidades afectivas del bebé son excesivas o abusivas (derivadas de la debilidad del niño o del capricho de este, como si se quisiera “aprovechar de ellos”), de modo que limitan el cariño a los momentos que ellos consideran que el bebé tiene que tener este tipo de conductas hacia ellos. El resto del tiempo las extinguen y rechazan al niño cuando este expresa sus necesidades o emociones, desalentando así cualquier expresión externa de emociones. 


A veces es porque, simplemente, no están demasiado interesados en la paternidad/maternidad y se sienten abrumados por las demandas de cuidar y educar al hijo. 


Hay veces en las que simplemente debido a circunstancias comunes de la vida como trabajar y estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo están
muy ocupados


Características



  • Como adultos, las personas con un estilo de apego evitativo suelen ser independientes y autodirigidas. En términos generales, parecen confiadas, fuertes, seguras de sí mismas y en control de sus vidas.
  • Tiendes a minimizar o negar la necesidad de tener relaciones cercanas, confundiendo tu independencia y autonomía con tu adaptación al abandono en tu infancia (¡para lograr una verdadera autonomía es necesario primero experimentar el ser amado y cuidado por otra persona!).
  • Debido a que tiendes a la soledad y la autosuficiencia, luego puedes  sentir que tienes que hacerlo todo tú solo, que no puedes contar con nadie más.
  • Puedes ser (muy) social,  es posible que tengas muchos conocidos, (puede ser muy divertido estar cerca de alguien como tú) pero prefieres   interactuar a un nivel superficial, por lo que a menudo tienes pocos amigos íntimos.
  • Quieres compañía, pero también temes ser lastimado, así que evitas la proximidad e intimidad emocional construyendo muros y creando distancia. 
  • Puedes alejarte si alguien intenta acercarse emocionalmente. Incluso podrías sabotear tu relación para evitar la intimidad.
  • No te gusta abrirte a los demás y expresar sentimientos y necesidades. Como evitas mostrar emociones, a menudo puedes resultar distante y frío. 
  • Te sientes incómodo con las expresiones de emoción de los demás
  • Nunca requieres el apoyo emocional de los demás. 
  • Podrías tener dificultades para mantener el contacto visual.
  • Tienes un enfoque excesivo en ti mismo. Tu tiempo a solas es lo mejor del mundo para ti.
  • Tiendes a experimentar más estrés interpersonal. Esto se debe a tu mayor sentido de amenaza en presencia de tus seres queridos, así como en situaciones sociales en general. 
  • Temes sentirte un entrometido.
  • Llevas fatal que alguien dependa de ti y el sentirte atrapado. Te resulta difícil depender de los demás.
  • Hemisferio izquierdo del cerebro hiperactivo (responsable del lenguaje verbal, de la capacidad de análisis, de la resolución de problemas matemáticos, planificación, organización, de la memoria y el pensamiento lógico, analítico, metódico y racional; ). 
  • Desconfiado: recibes los elogios con sospechas. No te tomas nada bien las correcciones, los castigos, que te culpabilicen… cuestiones que te tomas como críticas negativas. 
  • En tu carrera profesional, a menudo tienes éxito ya que pones mucha energía en tus objetivos (y no en tus relaciones).
  • Aunque también puede suceder que tengas dificultades para progresar dentro de una organización debido a que sospechas de las estructuras, de tus compañeros, de tus jefes... Esto podría hacer que renuncies a tus trabajos innecesariamente, ya que anticipas ser despedido sin tener una razón válida. 
  • La mayoría de narcisistas tienen este estilo de apego (personas que proyectan todo tipo de confianza, hábiles engañando, tienen una alta opinión de sí mismos y una baja opinión de los demás, conocen los movimientos para brillar y sorprender a los demás, etc.).



Nivel de diferenciación

Alto. Para protegerte del miedo al rechazo, la vergüenza, la culpa y a la verdadera intimidad y cercanía emocional con los demás eriges límites más bien rígidos y estrictos en las relaciones, a veces desiguales y a menudo poco realistas,  lo que impide  el desarrollo de relaciones plenas y profundas.


Aunque te involucres en una relación, no permites que la otra persona "entre". Por ejemplo, te desentiendes de las emociones, especialmente durante los conflictos o el estrés: crees que es mejor dejar pasar las cosas que profundizar en las emociones por miedo a "acercarte demasiado".



¿Cómo eres en una relación? Rasgos del apego evitativo en las relaciones adultas

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Si eres un adulto con rasgos de apego evitativo, es posible que algunos o todos los siguientes sean ciertos en tus relaciones íntimas:

  • Las personas que tienen este estilo de apego tienen menos probabilidades de enamorarse y no parecen creer en el “felices para siempre” (suelen pensar que las relaciones terminan en infelicidad y dolor).
  • Como resultado, tienden a preferir la soltería y a involucrarse menos en relaciones, sobre todo a largo plazo. No tienen la confianza suficiente para construir una relación duradera.
  • No es que no quieras nunca relaciones amorosas, es que te cuesta entregarte al amor por miedo. 
  • Dado que la intimidad y el compromiso te asustan, a menudo rebotas de una relación fallida a la siguiente. 
  • Aunque disfrutas de la compañía en pareja, te resulta difícil no preferir tu tiempo a solas. 
  • Así como la persona ansiosamente apegada está "hipervigilante" ante los signos de distanciamiento de su pareja, tú estás hipervigilante acerca de los intentos de tu pareja de controlarte o limitar tu autonomía y libertad de alguna manera (que percibes como intrusiones por parte de tu pareja). Eres propenso a alejarte de una relación cuando percibes que se cruzan tus límites. Estos son algunos de los comentarios típicos: "Ella está controlando mi vida, tengo que detenerla", "nunca podría vivir con él/ella, esto lo prueba", "nací para estar solo", "¡sabía que él/ella no era la persona correcta!, "nunca nos llevaremos bien"...
  • En las relaciones, actúas de forma autosuficiente y no te sientes cómodo compartiendo sentimientos. (Por ejemplo, en un estudio de parejas que se despiden en un aeropuerto, los evasivos no mostraron mucho contacto, ansiedad o tristeza en comparación con los demás estilos de apego). 
  • Tiendes a ser distante, poco afectuoso y desinteresado, lo que hace que tus relaciones fracasen. 
  • Proteges tu libertad y retrasas el compromiso. Una vez que una relación romántica comienza a evolucionar hacia una conexión más significativa, generalmente te cierras y te alejas de la otra persona. Puedes incluso involucrarte en comportamientos destructivos como buscar fallos insignificantes en la relación, enfocarte en defectos menores de tu pareja (como la apariencia o los hábitos ligeramente molestos del otro), recordar tus días de soltero u otra relación idealizada… para sabotear la relación. 
  • Eres confuso con respecto al futuro. Tiene dificultades para hablar de lo que hay entre vosotros. Hace comentarios tipo “cuando nos vayamos a vivir juntos/hacer ese viaje…” pero después se comporta como si no tuvierais futuro como pareja
  • Otras conductas de distanciamiento en la que tiendes a participar: coquetear, tomar decisiones unilaterales, ignorar a tu pareja o ignorar sus sentimientos y necesidades. Tu pareja puede quejarse de que no pareces necesitarlo o de que no eres lo suficientemente abierto, porque guardas secretos o no compartes sentimientos.
  • Los intentos de tu pareja por llamar tu atención a menudo se sienten discordantes, como si él o ella estuviera tratando de obligarte a hacer algo en contra de tu voluntad. 
  • Puedes actuar con desdén hacia una pareja que te expresa sus emociones.
  • Puedes añorar a tu pareja pero a la vez sentirte estresado en su presencia.
  • Es posible que analices en exceso tus relaciones “esperando a que pase algo malo”. A menudo sospechas de tus parejas, y la paranoia es con frecuencia una parte de tu personalidad. 
  • Puedes idealizar relaciones pasadas frente a tu pareja actual (aunque no sepas decir por qué fracasó) con comentarios del estilo: “No sé si volveré a sentir algún día lo que sentía por mi ex”, "Mi ex nunca hubiera hecho esto que haces tú"... O te vas al extremo opuesto y las satanizas y hablas muy mal de ellas.
  • Tiendes a mirar hacia el futuro. Evitas profundizar en los conflictos de la relación, incluida la de tu infancia con tus cuidadores. Tus mantras son: "Eso es el pasado", "No recuerdo", "No importa", "¿A quién le importa?" y así. Esta tendencia puede volverse extremadamente frustrante para la pareja.
  • Prefieres resolver los conflictos en la relación por ti mismo.
  • Mientras que aquellos con un sistema de apego ansioso experimentan las despedidas como plagadas de miedo y ansiedad, no sueles preocuparte por el final de una relación. Para ti las despedidas pueden resultar una agradable sensación de alivio, aunque ames a tu pareja. 
  • No obstante, cuando una relación se ve amenazada o termina, a veces puedes fingir que no tienes necesidades de apego y ocultas tus sentimientos de miedo y angustia. No es que tus necesidades no existan, las reprimes. Esto puede hacer que actúes de una manera pasivo-agresiva, volviéndote malhumorado y vengativo.
  • La tasa de divorcios es bastante alta entre las personas con este estilo de apego, ya que es increíblemente difícil permanecer en una relación con alguien que está constantemente ocupado en autoconservarse, distanciarse y que no confía en su pareja en absoluto.
  • No es fácil que entres en otra relación tras una ruptura, prefiriendo permanecer soltero, aunque eso tampoco satisfaga necesariamente tus necesidades.


Actitudes y comportamientos hacia el sexo

  • El sexo es más una experiencia transaccional, alejada de la intimidad emocional y al servicio de necesidades personales como, por ejemplo, la reducción del estrés. Por ello, puedes involucrarte en varias aventuras de una noche o relaciones a corto plazo.
  • Además, tiendes a preferir aventuras de una noche o relaciones casuales porque en tu cuerpo y en tu mente inconsciente está grabado que estar en una relación no es seguro.
  • El sexo (y la intimidad en general), dado que generalmente requieren proximidad física y psicológica, puede hacer que te sientas incómodo. Por lo que muchas veces no disfrutas de tus experiencias sexuales ya que las sientes como una imposición de tu pareja (puede ser muy problemático si tienes un amante ansioso, que depende del sexo para sentirse amado y deseado). Es probable que tampoco disfrutes de los juegos previos apasionados y afectuosos.
  • Mayor incidencia de infidelidad entre los evitativos (Dewall et al. 2011).
  • Puedes ser romántico y carismático hasta que desarrollas sentimientos fuertes por el otro, momento en el que empiezas a distanciarte y perder interés (puede que sin darte cuenta). Por este motivo, tus amigos, amantes y parejas pueden decirte que envías “señales contradictorias”.
  • En pareja, aunque disfrutes de su compañía, no deseas tener interacciones frecuentes de intimidad sexual, porque te resulta difícil privarte de tu tiempo a solas.
  • Esto puede llevar a que -sobretodo si eres mujer- des tu consentimiento para tener relaciones sexuales incluso cuando no lo deseas, simplemente por un sentido de obligación con la relación (Impett & Peplau, 2002).
  • Es probable que uses la fantasía o la pornografía como sustituto de la intimidad (de manera similar al estilo ansioso) y participes en sexo sin emociones.
  • En la adolescencia, aquellos con un estilo de apego evitativo perciben su impulso sexual como relativamente bajo. Si tienen relaciones sexuales, esto podría deberse a motivos de automejoramiento, como perder la virginidad.
  • A menudo tus comportamientos íntimos están impulsados ​​por tu ego. Por ejemplo, el sexo como vehículo para conseguir un alto estatus o prestigio entre tus compañeros. O bien el sexo para manipular o controlar a la pareja. 



TEST.- ¿Tienes un estilo de apego evitativo?


¿Crees que tú y/o tu pareja podrías tener un estilo de apego ansioso? Aquí hay algunas declaraciones típicas para que compruebes si se aplican a ti o a tu pareja:


“Sé cómo cuidarme mejor que nadie”.

“Soy un tipo de persona que hace las cosas por sí misma”.

“Me siento bien cuando puedo pasar tiempo en mi propio santuario privado”.

“Si me molestas, tengo que estar solo para calmarme”.

“A menudo siento que mi pareja quiere o necesita algo de mí que yo no puedo darle”.

“Estoy más relajado cuando no hay nadie más cerca”.



"¡Gracias por leer hasta aquí! Sigue descubriendo más sobre este tema y explora cómo sanar el apego evitativo y cómo apoyar a tu pareja en la segunda parte de este artículo, donde continuaremos nuestra conversación sobre este importante tema.

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