"Es relativamente fácil para mí acercarme emocionalmente a los demás.
Me siento cómodo dependiendo de los demás, así como que otros dependan de mí.
No me preocupa demasiado estar solo o que los demás no me acepten".
El apego seguro es el modelo de relación sana al que todos aspiramos a llegar. Si estuvieras en un barco, el apego seguro sería como tener un ancla confiable que te mantiene estable, sin importar cuán fuertes sean las corrientes o las tormentas que enfrentes. Te da la calma y seguridad de que pase lo que pase puedes confiar en los demás para apoyarte en ellos porque sabes que no te traicionarán ni te abandonarán.
A través de sus experiencias, las personas seguras aprendieron que es posible confiar en los demás. Generalmente, tuvieron la suerte de ser bien atendidos desde una edad temprana. Y cuando tuvieron experiencias negativas, pudieron contar con alguien que les ayudó a superarlas.
Las 5 condiciones necesarias para criar a un niño con apego seguro son:
Cuando nace un niño, automáticamente necesita que sus cuidadores satisfagan sus necesidades. Para el pequeño, seguridad significa cercanía a la madre, ya que ella es la fuente de alimento, calor y protección. Peligro significa separación de ella, más allá de su zona de confort.
El bebé usa señales físicas (como el llanto) para notificar a sus cuidadores que algo anda mal y confía en que ellos se encargarán del problema. Los padres que logran criar a sus hijos con un estilo de apego seguro simplemente no rompen esa confianza (aunque, obviamente, esto no siempre es tan simple como parece).
El pequeño recibe apoyo confiable de su cuidador principal, quien responde fácil y consistentemente a sus señales o necesidades con bastante precisión y las satisface de manera equilibrada (sin resultar abrumadora o invasiva y sin ser demasiado despreocupada).
La madre le da a su hijo espacio y libertad para explorar el mundo, pero cuando el bebé se aleja demasiado y se asusta se mantiene lo suficientemente cerca para que el niño sepa que puede correr hacia ella y envolverlo en un abrazo cálido y protector. Esto transmite un mensaje al pequeño: “Estás a salvo. Eres amado".
Esta base segura permite que el niño se convierta en un individuo que busca una conexión emocional, a la que el adulto responde de manera cálida y afectuosa.
Los padres bien sintonizados con sus pequeños pueden leer las señales de su bebé con precisión y responder adecuadamente a sus necesidades, lo que refleja a los bebés información sobre los efectos de su comportamiento.
De esta manera, los niños aprenden que cuando señalan una necesidad pueden esperar una respuesta rápida, predecible y precisa. El resultado para el bebé es una sensación de control sobre sus vidas, que comienza desde el principio:
Esto desarrolla la capacidad del niño para confiar e interactuar con las personas. La visión emergente del mundo de las relaciones es una en la que se puede confiar y depender de las personas, y ser vistas como fuente de alegría y afecto.
Cuando el niño está angustiado, el cuidador lo tranquiliza para que regrese a un estado emocional tranquilo. Y cuando el cuidador se ausenta del hogar, se asegura de que su hijo esté bajo el cuidado de un cuidador sustituto confiable y acogedor -para garantizar que la ansiedad por separación sea mínima- y además regresa pronto, asegurándole así a su hijo que puede contar con él.
Ayudar al niño a manejar su angustia y sus frustraciones lo ayudará a desarrollar un modelo interno de tranquilidad y consuelo, así como a manejar con menos miedo el estrés emocional en las relaciones posteriores (debido a la distancia física, a una separación, etc.).
Esto no quiere decir que el adulto con un apego seguro no experimente angustia o dolor, por supuesto, pero sí significa que ha desarrollado la capacidad de reconocer y manejar su propia angustia, calmarse a sí mismo y acudir a los demás en busca de consuelo y apoyo (tiene mecanismos para afrontarlo).
Sentirse valorado comienza en la infancia y es la base del desarrollo saludable de la autoestima. Los padres que crían niños con una autoestima saludable expresan repetidamente su alegría por quién es el niño en lugar de por lo que hace o no hace. Se enfocan más en el “Ser” que en el “Hacer''. Dichos padres se muestran complacidos con el niño y con casi todo lo que hace el niño. No se enfocan en las tareas del hogar, sino en las alegrías de ser padres.
Al sentirse queridos -y por tanto seguros- podrán dedicarse a jugar, descubrir, aprender, etc. en lugar de tener que dedicarse a buscar “ser queridos” para poder contar con seguridad.
Por último, los padres que cuidan a sus hijos bajo este tipo de apego tienen una fe profunda en su hijo y siempre le brindan apoyo para alejarse a descubrir el mundo que le rodea con alegría y seguridad (lo empujan hacia la autonomía y la independencia).
La seguridad de un reencuentro con sus figuras de apego le permite al niño interesarse en tener iniciativa, descubrir, investigar,
tener éxito, fracasar, aprender, etc.; y a través de tal exploración, el niño experimenta bienestar y desarrolla un sentido autónomo, fuerte y único de sí mismo.
Si observas familias con niños pequeños en el parque, verás a los niños pequeños explorando y saliendo solos a buscar insectos, flores, jugar en el césped y disfrutar de su propia expedición a un mundo completamente nuevo.
También verás que los niños miran periódicamente hacia sus padres o corren hacia ellos antes de emprender su próxima aventura, como si fueran su "base de operaciones".
Además, si el niño se cae o se siente asustado por algo, suele gritar. El cuidador responde al llanto de su hijo, reconfortándolo y consolándolo hasta que el niño se calma y se siente tranquilo.
A medida que el niño crece, aprende a distinguir entre los momentos en que necesita que sus padres lo consuelen y cuando puede consolarse él mismo y seguir jugando. Un niño ocupado e interesado que juega con sus compañeros podría “sacudirse” una rodilla raspada para no interrumpir la diversión. Los padres a menudo advierten cuando un niño se cae y esperan a ver la reacción antes de responder, dándole al niño la oportunidad de elegir su propia respuesta. El punto es que están sintonizados y alerta a las necesidades de su hijo.
Las personas con el estilo de apego seguro no son perfectas, también tienen altibajos como todos los demás, pueden enfadarse si se les provoca y experimentar problemas de relación en los diferentes ámbitos de su vida. La diferencia es que pueden sentirse lo suficientemente seguras de sí mismas como para asumir la responsabilidad de sus errores y admitir cuando necesitan el apoyo de los demás.
No obstante, generalmente son personas felices que ofrecen aprecio y seguridad. Agradecen por las cosas, las personas y las situaciones en sus vidas. Por estos motivos la gente disfruta en su compañía y suele sentirse atraída hacia ellas.
Su enfoque maduro general de las relaciones hace que generalmente tengan niveles muy bajos tanto de ansiedad como de evitación, y por ello
es el más saludable de los cuatro estilos de apego.
Alto. Se sienten seguros y a gusto en las relaciones interpersonales, incluidas las de máxima intimidad. Puede trazar límites saludables, apropiados y razonables cuando sea necesario, identificando quién y qué les hace daño para alejarse, y quién y qué le genera bienestar para acercase.
Las parejas con un estilo de apego seguro saben que deben apreciar mutuamente su relación de pareja y se consideran los administradores de su sentido mutuo de cuidado, seguridad y protección. Cada uno ha hecho el esfuerzo de aprender cómo es y cómo funciona el otro y han compilado internamente una especie de manual con todo ese conocimiento, y hacen uso de él a diario.
Esta pareja realmente entiende que la vida que mantienen juntos, su unión, es lo que les da la energía y el coraje necesarios para enfrentar las tensiones y los desafíos diarios del mundo real.
Debido a que su relación es segura, pueden continuamente recurrir a ella y usarla como su dispositivo de anclaje en medio del a veces complicado y caótico mundo exterior.
TEST.- ¿Tienes un estilo de apego seguro?
¿Crees que tú o tu pareja podríais tener este tipo de apego seguro? Mira esta lista de verificación y ve si encajas, primero tú y luego tu pareja.
Si coincides con el perfil descrito anteriormente, probablemente deberías tomarte un momento para estar agradecido por eso, sobre todo agradece a tus padres o a quienes te cuidaron mayormente.
Si sospechas que tu estilo de apego no es completamente seguro, ¡buenas noticias! Puedes desarrollar un apego seguro como adulto (como puedes leer en profundidad aquí). El apego seguro desarrollado después de que un adulto ha superado la inseguridad del apego infantil se denomina "apego seguro aprendido".
Puede ser una buena idea familiarizarse antes con los tres tipos de apego inseguro.
Ten en cuenta que no es necesario que coincidas completamente con un determinado perfil. ¡Eres único y tienes una historia de vida única!.
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