Apego Ansioso

El Apego Ansioso (I)

- Guía Completa -
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"Me siento incómodo sin relaciones cercanas,

quiero tener total intimidad emocional con los demás,

pero a menudo me preocupa que los demás no quieran acercarse a mí 

tanto como me gustaría, ni me valoren tanto como yo los valoro a ellos".

Ejemplo

Volvamos a nuestro parque infantil del ejemplo anterior.


El niño pequeño se aleja del padre (o madre o cuidador principal) para explorar su entorno, se cae y se hace daño. El niño llora y por el momento el padre ignora su llanto. Entonces, el niño llora, grita y entra en modo de rabieta y/o pánico, elevando el nivel de su llanto hasta que el cuidador responde por fin a sus necesidades. El padre puede parecer molesto o desanimado por la necesidad de tener que calmar al niño. O peor aún, puede que regañe al niño por llorar. Sin embargo, otras veces en las que se dé esta misma situación, el padre puede actuar de modo totalmente opuesto si el niño se cae: siendo muy consolador o incluso melodramático. También podría ser excesivamente entrometido para evitar que el niño se caiga mientras juega.


Así que el padre puede a veces encontrarse feliz, animado, tranquilo y con ganas de relacionarse con el niño.  En estos casos, se muestra cercano, apoya y responde a las necesidades físicas o emocionales del pequeño de manera afectiva y cálida. Si bien, en otras ocasiones, no está tan en sintonía con el niño y se muestra más bien insensible, distraído, molesto e incompetente ante el pequeño durante gran parte del día.


Lo que resulta en un estilo de crianza "inconsistente” o impredecible, en la que el adulto a veces está y a veces no está.


La inconsistencia e inconstancia de los adultos no depende, pues, de las conductas del bebé, sino más bien de cuestiones relacionadas con la “falta de disponibilidad psicológica del adulto”, que el bebé no puede conocer, ni por tanto prever. 

Infancia

¿Cómo desarrollan los niños un estilo de apego ansioso?

En los niños, un patrón de apego ansioso a veces se denomina estilo de apego ambivalente, apego ansioso ambivalente o apego resistente. En la edad adulta, la ansiedad de apego también se denomina estilo de apego ansioso-preocupado o estilo de apego preocupado.


apego_ansioso_ejemplo

Un apego ansioso se desarrolla cuando los bebés reciben una crianza inconsistente de sus figuras de apego. Los niños no están seguros de si sus cuidadores estarán ahí para ellos en momentos de necesidad porque muestran comportamientos variables y falta de coherencia en sus acciones, decisiones y comportamientos. Un ejemplo de inconsistencia podría ser que un día la madre siga una rutina estricta para acostar a su pequeño a las 20h, incluyendo un baño, lectura de un cuento y canto de una canción de cuna. Al día siguiente, la madre "obliga" al bebé a permanecer despierto hasta las 22 porque los está visitando la abuela y quiere que disfruten más tiempo juntos. El día 3, la madre intenta volver a la rutina de acostar al bebé a las 20, pero el bebé está confundido y se resiste irse a dormir.


Esta inconsistencia puede dificultar que el niño entienda qué significa el comportamiento de la figura de apego y qué tipo de respuesta esperar en el futuro. El niño puede terminar confundido acerca de su relación con los cuidadores, cuyo comportamiento envía señales contradictorias, lo que enseña al niño a ser escéptico en cuanto a contar o confiar en los demás.


Además, crea un
enfoque excesivo en la figura de apego, en el que el pequeño tiene que estar hipervigilante para poder medir con precisión cuál será su reacción o qué tipo de energía desprende en cada momento.  Debido a que su atención está tan centrada en la figura de apego, los niños con apego ansioso tienen una exploración más restringida de su entorno en comparación con los niños con apego seguro. También mientras juegan están muy estresados, pues son muy conscientes de si su figura de apego está físicamente cerca y disponible o no.


Este enfoque excesivo en la figura de apego le genera ansiedad cuando está en su presencia debido a lo impredecible de la situación. Como resultado, el niño aprenderá a ignorar sus propias necesidades y según vaya creciendo se volverá cuidador (o más bien asfixiante) de los demás, sobre todo de su pareja.


Otro factor que se vincula con el desarrollo de un estilo de apego ambivalente o ansioso en los niños es la denominada
“hambre emocional” de los cuidadores. En este caso, los cuidadores buscan la cercanía con los niños para satisfacer sus propias necesidades de apego, en lugar de las de sus hijos. Es decir que confunden su propia necesidad de amor con amor por el niño,  para lidiar con sus miedos y necesidades o para presentarse a sí mismos bajo cierta luz (por ejemplo, ser un padre perfecto).


Dichos padres pueden resultar intrusivos, entrometidos o sobreprotectores y promover la dependencia en sus hijos para así satisfacer sus propias necesidades. Es más probable que estos padres fomenten la ansiedad y desalienten la independencia (ya que son particularmente sensibles a los miedos de su bebé).


En otros casos, se espera que los niños cuiden de sus hermanos menores, por lo que es posible que se les ponga en situaciones emocionalmente complejas antes de que estén lo suficientemente desarrollados para comprenderlas y gestionarlas. 


Cabe señalar que criar a un niño de esta manera también puede ser un
patrón automático en adultos que fueron criados de la misma manera. Y no se trata de genética, sino de la continuidad de patrones de comportamiento a lo largo de generaciones.


Características




  • En general, no te gusta estar sin compañía y sientes cierta ansiedad cuando tienes que estar solo (es estresante para ti cuando la gente se va, se ausenta…), por lo que te aferras de más a las relaciones (codependiente).
  • Tu mayor miedo es el abandono y encuentras formas inconscientes de perpetuarlo.
  • Deseas intimidad y cercanía con los demás, al mismo tiempo que experimentas dificultades para confiar y mostrarte vulnerable.
  • Puedes ser increíblemente generoso y atento con tus seres queridos (quizás en exceso). Aunque luego puede que sientas resentimiento cuando no te lo devuelven o no lo aprecian.
  • Poca conciencia o capacidad de reconocer tus propias necesidades y de cómo se ven y se sienten las relaciones saludables. 
  • Te sueles culpar a ti mismo o te etiquetas como “no digno de amor” si eres rechazado o abandonado.
  • A menudo te sientes inseguro y ansioso por tu propio valor en una relación debido a una baja autoestima. Sueles tener una visión negativa de ti mismo, sentirte poco “querible” o que no mereces amor
  • Debido a la baja autoestima, tiendes a buscar el amor, la aprobación, validación y reafirmación frecuente de los demás (centrado en conseguir aprobación exterior).
  • Pensamientos frecuentes de ser una carga para los demás y temor a sentir que eres la causa de los problemas de otras personas.
  • Es posible que te encuentres pensando a menudo en el pasado.
  • Súper sensible a los desaires y al rechazo. Esto te puede volver emocionalmente muy volátil porque cuando sientes el rechazo o no responden a tus necesidades, contraatacas y puedes ser implacable, castigador, rechazante e inflexible. Lo que te hace parecer ansioso, irracional, dramático.
  • Te sientes fácilmente abrumado por las emociones (dado que no recibiste un apoyo constante de niño para regular tu propio estrés  de manera efectiva), especialmente por la fuerte preocupación y el intenso miedo a ser rechazado, abandonado u olvidado. Puede sentirse como si estuvieras en una montaña rusa emocional todo el tiempo. Esto puede causarte agotamiento, ansiedad, estrés, infelicidad y baja satisfacción con la vida en general.
  • Reacio a dar a las personas el beneficio de la duda, tendencia al pensamiento negativo automático al interpretar las intenciones, palabras y acciones de los demás.


Nivel de diferenciación

Bajo, límites más bien porosos (dificultad para establecer tus límites personales). 


  • Generalmente son personas criadas por padres que proporcionaron una validación o un reflejo de las emociones inconsistente, y pueden haber sido egoístas y modelar límites interpersonales deficientes.
  • Cuando eran niños, las personas con este tipo de apego a veces pueden haber sido responsables de las emociones de sus padres y no al revés. Por lo tanto, pueden haber desarrollado cierta confusión en cuanto a diferenciar las necesidades y emociones de sus padres de las suyas, confusión acerca de dónde terminan las propias emociones y percepciones y comienzan las de otra persona. 
  • Este estado del yo indiferenciado puede llevarte a sentirte demasiado responsable de los sentimientos de otras personas y a sentirte confundido acerca de las intenciones de otras personas (particularmente en lo que respecta al sexo).
  • Miedo a hablar por temor a crear distancia o rechazo. 
  • Miedo a abrumar a la otra persona.



¿Cómo eres en una relación?

Rasgos del apego ansioso en las relaciones adultas


apego_ansioso_relaciones

Si tienes un estilo de apego ansioso, es posible que tengas algunas o todas las siguientes características en una relación adulta:

  • Te enamoras fácilmente
  • Posible historial de relaciones emocionalmente turbulentas (que a veces se sienten más cómodas y familiares que las relaciones tranquilas y pacíficas).
  • Alternas entre sentirte querido y rechazado por tu pareja romántica. Cuando empiezas a sentirte ansioso en la relación, sientes un dolor profundo, incluso por incidentes menores, como si la traición que temes ya hubiera ocurrido. Esta anticipación puede ser tan fuerte que, a través de tu ira y negatividad, creas situaciones para alejar a tu pareja: das ultimátums, dices y haces cosas de las que luego te arrepientes (como "Te odio", "Quiero el divorcio" o "Yo no te importo una mierda"). No estás orgulloso de este comportamiento, pero cuando estás en ese momento, te parece que no tienes otra opción. Necesitas mostrar cuánto dolor sientes. Y esperas que la persona que amas se dé cuenta y finalmente te proporcione la sensación de seguridad que tanto anhelas; en cambio, tu comportamiento aleja a la persona (lo que refuerza tu dolor y creencia de que no se puede depender de las personas que amas). 
  • Ambivalencia: deseas  la seguridad de una relación y al mismo tiempo temes intimar verdaderamente (a ratos experimentas que la presencia de la pareja te molesta), por lo que te acercas y luego te alejas rápidamente. "Es mejor rechazar antes de ser rechazado, mejor irse antes de ser dejado.” 
  • Por un lado, el miedo a estar solo o ser rechazado/abandonado es como un veneno, un sentimiento perturbador que conduce a la duda, la desesperación y la preocupación constantes. Por otro lado, la presencia de la persona amada, y lo que es más importante, su demostración de afecto es el remedio para tus fuertes necesidades emocionales de amor, comprensión y cuidado.
  • Intensas preocupaciones sobre la disponibilidad de la pareja y el propio valor para la pareja. Los siguientes son algunos ejemplos típicos del tipo de pensamientos :


¿Y si no me ama tanto como yo?

¿Y si me está mintiendo?

¿Y si me está ocultando algo?

¿Qué pasa si nos separamos?

¿Por qué siempre soy el primero en comunicarse?


  • A menudo requieres  pruebas constantes de amor, seguridad y validación para sentirte seguro y amado. Esta insistencia en las garantías de amor te hace ser visto como excesivamente necesitado y  “pegajoso”.  Respondes negativamente cuando no se te proporciona un refuerzo positivo regular.
  • Tiendes a favorecer tu dependencia. Para mantener una conexión positiva, renuncias a tus necesidades para complacer las de tu pareja.
  • Pero como ésta no satisface tus altas necesidades, te sientes infeliz, subestimado o incomprendido (generalmente te sientes insatisfecho con la forma en que te aman).
  • Propenso a tener muchos factores estresantes en las relaciones basadas en sucesos reales e imaginarios. Estos factores estresantes pueden manifestarse a través de una variedad de posibles problemas como necesidad, posesividad, celos, desconfianza, control, cambios de humor, hipersensibilidad, obsesión, etc. El intenso miedo al abandono hace que tu juicio sobre las acciones de tu pareja sea menos preciso, saques conclusiones precipitadas, cometas más errores, perpetuando un ciclo de conflicto y malentendidos​
  • Orientado al drama. Trabajas constantemente (a veces inventando) problemas de relación para buscar validación, tranquilidad y aceptación.  Sueles tener más discusiones con tus parejas​​.
  • Es posible que sofoques inconscientemente a tu pareja o la alejes con demandas o expectativas poco realistas.
  • Para aliviar tu ansiedad, puedes jugar o manipular a tu pareja para llamar su atención, actuar emocionalmente, no devolver llamadas, provocar celos o amenazar con irte. También puedes sentir celos de su atención hacia los demás y llamar o enviar mensajes de texto con frecuencia, incluso cuando se te pide que no lo hagas.
  • Si criaste a hermanos menores cuando eras niño o te tocó hacer de padre de tus figuras de apego tenderás a sobreproteger a tus parejas.
  • Tiendes a sentirte angustiado después del final de una relación.


Las personas con un estilo de apego ansioso a menudo se sienten atraídas por personas con un estilo de apego evitativo. Las personas con un estilo de apego ansioso pueden sentirse atraídas por la aparente independencia y seguridad emocional de las personas con apego evitativo, mientras que las personas con apego evitativo pueden sentirse inicialmente atraídas por la necesidad de afecto y atención de las personas con apego ansioso.


Cuando una persona ansiosa está programada de manera innata para esperar que su pareja la trate mal, se siente atraída inconscientemente por personas que no pueden entregarse realmente en una relación. Lo que es peor, una persona ansiosa trabajará más duro para convencer a una pareja evasiva de que se quede con ella, lo que inevitablemente conducirá a que la traten mal o se distancien de ella. Es un círculo vicioso...

Actitudes y comportamientos hacia el sexo

Las personas con un estilo de apego ansioso tienden a experimentar una serie de patrones de comportamiento en sus relaciones sexuales. Estas personas suelen buscar una conexión emocional profunda en sus relaciones íntimas y pueden ser muy sensibles a la falta de atención o afecto por parte de su pareja durante el sexo. Pueden interpretar la falta de conexión emocional o distancia emocional durante el sexo como un rechazo personal, lo que puede llevar a sentimientos de ansiedad o inseguridad.


Algunas otras características comunes de las personas con un estilo de apego ansioso en el sexo:

  • Si combinamos las expectativas negativas de las personas con apego ansioso y la desconfianza hacia la pareja, con sus preocupaciones sobre su propio valor y atractivo esta es una receta para que el sexo no resulte demasiado satisfactorio ni placentero.
  • El sexo está más orientado hacia las necesidades y los deseos de la pareja, en lugar de los propios, a veces sacrificando su propia satisfacción para asegurarse de que su pareja esté contenta. ¡Evitar tus necesidades y preferencias puede resultar en un menor deseo sexual!, ya que el sexo tiene menos que ver con el placer y la intimidad, y más con la necesidad de satisfacer tus necesidades de contacto, aprobación o seguridad.
  • Pueden preocuparse por ser rechazados o abandonados durante o después del sexo, lo que puede manifestarse en comportamientos como la necesidad excesiva de contacto físico, palabras de afirmación o gestos de afecto.
  • Pueden depender en gran medida de su pareja para sentirse completos o satisfechos sexual y emocionalmente.
  • El sexo puede cumplir una función de manipulación: provocar la atención, disponibilidad y comportamientos de cuidado de tu pareja hacia ti, y evitar la posibilidad de rechazo o abandono. Por lo tanto, es probable también que aceptes hacer cosas que realmente no quieres hacer. Las mujeres ansiosas son las más propensas a ceder al sexo no deseado, a veces esperando que el sexo resulte en intensos sentimientos de amor que serán correspondidos.
  • Las personas con apego ansioso tienen más cantidad de parejas íntimas en comparación con los otros estilos.. Y son propensas a ser infieles a sus amantes (¡lo que no significa que tengan que serlo por tener este estilo de apego!).
  • Si tienen relaciones sexuales demasiado temprano en la relación, pueden enamorarse demasiado rápido y formar vínculos fuertes con personas que quizás no tengan las mismas intenciones. 
  • Pueden ser particularmente propensos a confundir el sexo con el amor, llegando a creer que la pareja sexual tiene sentimientos más fuertes por ellos de lo que podría ser el caso. 
  • En las mujeres, este tipo de apego está asociado con conductas sexuales como exhibicionismo, dominación, esclavitud y voyeurismo. Los hombres tienden a ser más reservados sexualmente (Feeney et al. 1993; Hazan & Zeifman, 1994).
  • Cuando la relación termina, a menudo deja amargura y resentimiento en el individuo ansioso. En otras palabras, no es probable que puedas "ser simplemente amigo" de una persona ansiosa después de haber estado involucrado sexualmente con ella.


TEST.- ¿Tienes un estilo de apego ansioso?


¿Crees que tú y/o tu pareja podrías tener un estilo de apego ansioso? Aquí hay algunas declaraciones típicas para que compruebes si se aplican a ti o a tu pareja:


  • “Cuido mejor a los demás que a mí mismo”.
  • “A menudo siento que estoy dando y dando, y no recibo nada a cambio."
  • “Me gusta hablar e interactuar con los demás”.
  • “Mi pareja tiende a ser bastante egoísta y egocéntrica”.
  • “Estoy más relajado cuando estoy con mis amigos que cuando estoy solo”.
  • “Las relaciones amorosas son, en última instancia, decepcionantes y agotadoras. Nunca dependo realmente de nadie.

Si te has sentido identificado con los temas que hemos abordado hasta ahora y estás interesado en profundizar aún más en el mundo del apego, sumérgete en el siguiente articulo para aprender estrategias prácticas para manejar y superar los desafíos del apego ansioso.

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