Apego Desorganizado vs. Apego Evitativo: ¿Cómo Diferenciarlos en las Relaciones de Pareja?

Prefieren mantener una distancia emocional y pueden evitar la intimidad o la vulnerabilidad. Ejemplo: Carlos evita conversaciones profundas con su pareja, Ana. Cuando Ana intenta hablar sobre sus sentimientos, él cambia de tema o se retira físicamente.

Subestiman la importancia de las emociones y pueden parecer indiferentes o desinteresados en los problemas emocionales de la relación. Ejemplo: Si Ana expresa que se siente sola, Carlos puede invalidarla y responder con algo como "No es para tanto, estás exagerando".

Tienden a valerse por sí mismos y evitan depender de su pareja, lo que puede interpretarse como frialdad. Ejemplo: Cuando Ana sugiere planear un viaje juntos, Carlos insiste en hacer todo solo, evitando involucrarla en los planes.

Tendencia a retirarse o distanciarse emocionalmente en situaciones estresantes, buscando evitar el conflicto o cualquier tipo de confrontación emocional. Ejemplo: María y Juan discuten sobre la planificación de sus vacaciones. En medio de la discusión, María puede volverse fría y distante, evitando el contacto visual y respondiendo con monosílabos a Juan. Juan, que busca resolver el conflicto, se siente frustrado por la falta de respuesta emocional de María y puede intentar forzar una conversación, pero María sigue retirándose, prefiriendo mantenerse al margen hasta que la situación se calme por sí sola. 

Minimización de los problemas, se evita abordarlos directamente, lo que lleva a una falta de profundidad en las conversaciones y en las preocupaciones de la pareja. Las personas evasivas no estás dispuestas a explorar las emociones y necesidades del otro, prefiriendo evitar el conflicto y mantener la conversación en un nivel superficial. 

Ejemplo: Ella: "He notado que últimamente estamos más distantes. Podemos hablar de lo que está pasando entre nosotros?"

Él: "No creo que sea gran cosa.  Todos tienen altibajos, ¿no?"

Ella: "Sí, pero siento que estamos evitando hablar de lo que realmente nos molesta."

Él: "De verdad, no veo el problema. Además, no quiero hacer una tormenta en un vaso de agua."

Ella: "Pero para mí es importante hablarlo. Siento que no estamos conectados como antes."

Él: "Mira, estoy cansado y prefiero no hablar de esto ahora. Mejor vemos una película y relajamos."

Alternan entre buscar desesperadamente cercanía emocional y al mismo tiempo evitarla o alejarse abruptamente por miedo.  Ejemplo: Sara puede aferrarse a su pareja, Guillermo, durante un conflicto, exigiendo atención y afecto. Pero, al día siguiente, puede ignorarlo por completo, temiendo que él la abandone si se acerca demasiado.

Sus comportamientos son impredecibles, creando una dinámica relacional caótica. 

Ejemplo: Un día, Sara planea preparar una cena romántica, y al siguiente se muestra distante, evita a su parejay parece molesta sin motivo aparente y cancela los planes de la cena sin ninguna explicación, dejando a Guilermo confundido.

Muestran respuestas emocionales intensas y variables, desde ira hasta llanto o retirada total. Ejemplo: Si Guillermo llega tarde a casa, Sara puede reaccionar con una explosión de ira, seguida de un llanto desconsolado, y luego aislarse durante días. 

Laura y Miguel tienen una discusión sobre las finanzas del hogar. Durante el conflicto, Laura puede reaccionar de manera impredecible, alternando entre llorar desconsoladamente y gritar enfurecida, lo que genera un ambiente de caos emocional. Miguel, por su parte, puede responder de forma similar, intensificando la discusión con comportamientos erráticos, como romper objetos o abandonar abruptamente la conversación solo para regresar posteriormente con más reproches.  Esta dinámica caótica refleja el apego desorganizado de ambos, donde las respuestas extremas ante el estrés son comunes y dificultan la resolución del conflicto. 

Dificultad para expresar claramente sus necesidades y emociones, y suele haber una falta de comprensión del otro. Las emociones intensas y contradictorias dominan la conversación, creando un ambiente de tensión e incertidumbre.  Ejemplo: Ella: "No entiendo por qué nunca hacemos algo divertido juntos los fines de semana. Siempre terminas haciendo tus cosas y yo me siento sola." Él: "¡Eso no es cierto! Siempre  estoy tratando de planear algo, pero tú siempre cambias de pinión en el último momento." Ella: "¡Eso no es verdad! Ni siquiera me preguntas qué quiero hacer." Él: "¿De qué estás hablando? Ayer te pregunté y no dijiste nada." Ella: (con lágrimas) "Porque siempre siento que no te importa lo que digo. Siento que no me escuchas." Él: (frustrado) "Esto es imposible. Nunca sé cómo hablar contigo sin que termine en una pelea." 

Tienden a evitar la intimidad emocional y pueden sentirse incómodos o reacios a expresar sus sentimientos más profundos. Valoran la autosuficiencia y se sienten incómodos con la dependencia emocional. Ejemplo: Ana sugiere pasar todo el sábado juntos, quizás yendo de excursión y luego teniendo una cena romántica. Carlos, sin embargo, responde: "No estoy seguro de querer pasar todo el día juntos. Tal vez podríamos vernos sólo para la cena, no hace falta pasar tanto tiempo juntos." 

Pueden sentirse desconectados de sus propias emociones y de las de su pareja. Ejemplo: Carlos rara vez se da cuenta de que Ana está últimamente triste, y cuando lo hace, no sabe cómo responder.

Tienden a ver los conflictos emocionales como triviales o molestos, prefiriendo evitarlos. Ejemplo; Si Ana quiere hablar sobre una pelea que tuvieron, Carlos puede decir "Tampoco es que sea un gran problema, ¿por qué no podemos simplemente olvidarlo?".

Experimentan un miedo constante al abandono y al rechazo. Ejemplo: Sara teme que Guillermo la deje por alguien más, aunque no haya indicios de ello.

Sienten una mezcla de amor y temor hacia su pareja. Ejemplo: Sara siente que ama a Guillermo, pero simultáneamente le teme y duda de si la dejará o no por otra.

Se sienten avergonzados y culpables por sus reacciones emocionales intensas. Ejemplo: Guillermo llega tarde a una cena que Sara ha preparado con esfuerzo. Cuando él finalmente llega a casa, Sara se enfurece y su ansiedad y miedo al abandono se traducen en gritos y acusaciones. Tras la explosión emocional, Sara se retira a su habitación y reflexiona sobre su comportamiento. Se siente avergonzada y culpable por haber reaccionado de manera tan exagerada.