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Ejercicio Definitivo para Perdonar

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El ejercicio consiste en escribir dos cartas de perdón. Para llevarlo a cabo adecuadamente necesitarás:

  • un lugar tranquilo, 
  • reservarte mucho tiempo para reflexionar sin prisas mientras lo haces,
  • varias hojas de papel y algo para escribir,
  • seleccionar una única persona, viva o fallecida, que te haya lastimado y a quien no puedas perdonar. Otras opciones con las que trabajar: tú mismo, si hay cosas de las que te sientas culpable o que te pesen. También puede ser un problema o situación dolorosa o traumática, del presente o del pasado. O algo a lo que te aferras que te lastima (por ejemplo una adicción) o una disputa en la que estás involucrado actualmente. Más adelante puedes repetir el ejercicio con otras personas o situaciones (una por vez).

 

--> Para tener en cuenta: La relación con los padres, hermanos y (ex)parejas es especialmente importante. Pregúntate qué les reprochas a cada uno de ellos. Y si es el caso, trabaja también con ellos en algún momento.


Paso 1. Elige el qué o el quién

Escribe en la hoja de papel el nombre de la persona o situación con la que has elegido practicar este proceso del perdón.


Paso  2. Realiza un inventario de “agravios”

  • Escribe, en forma de carta a esa persona, qué hizo (o dejó de hacer) que "no puedes perdonarle". Describe el problema en detalle, incluyendo quién está involucrado, qué ocurrió, sin incluir tus pensamientos y sentimientos al respecto (lo harás en el siguiente paso). 
  • Usa todo el papel que necesites para escribir todo lo que consideres importante sobre el hecho o la situación. Escribe hasta que no salga nada más.
  • Sé tan sincero como puedas al expresar cómo ves esto y cómo te ha causado sufrimiento. No te detengas. No te censures. No concedas el beneficio de la duda en esta carta a la persona.


Asegúrate de expresar en la carta la respuesta a estas preguntas:

1. ¿Con qué te sientes molesto, herido y ofendido? ¿Cuál es el verdadero problema? ¿Cómo te lastimó esta persona o situación?

2. ¿Cuál/es son las cosas en esta situación que son en realidad imperdonables?


Paso 3. Expresa tus pensamientos y sentimientos 

  • Sigue con la carta: ahora vas a dar rienda suelta a todos tus pensamientos y sentimientos hacia esa persona o situación, tanto en los momentos en los que sucedió aquello que no puedes perdonar, como lo que sientes acerca de la persona ahora.


  • Aquí es donde expresas toda tu rabia, angustia y decepción con la persona. Escribe tus sentimientos tal como salgan. Si tienes sentimientos de ira, puedes expresarlos con las palabrotas que se te ocurran: desde un simple "desgraciado" hasta un "cabronazo hijo de puta". No va a leerlo nadie, así que no hace falta que te controles ni que seas correcto. En realidad, cuanto más sincero y libre escribas, sin censurar ni filtrar nada, más potente será el resultado.


  • Si recuerdas la tristeza, la vergüenza y el dolor que sentiste entonces, escríbelo también. Si te entran ganas de llorar, llora. Llora tanto como tu cuerpo necesite, porque después te sentirás mejor. 


  • Estas preguntas pueden resultarte útiles:
  1. ¿Qué siento cuando me imagino a la persona involucrada en la situación: por ejemplo, triste, deprimido, enojado, culpable, herido, ansioso?
  2. Aparte de la emoción principal, ¿existen otras, como vergüenza, miedo, humillación o culpa por debajo o mezclada con la principal?
  3. ¿Estoy dispuesto a involucrarme en estos sentimientos y no evitarlos?
  4. ¿Qué resentimientos, rencor y decepciones no has podido liberar?


Las siguientes frases también pueden ayudarte a clarificar lo que sientes. El hecho de completar estas frases te servirá para comprender mejor tus circunstancias y comprenderte más a ti (comprenderse a uno mismo siempre conduce a una mayor libertad). Así que teniendo presente a esta persona/situación determinada, completa las siguientes frases:


En relación con esta persona o situación, lo que siento es ............ 

Lo que siento es ........................................................................... 

Lo que realmente siento es ........................................................... 

Lo que también siento es .............................................................. 

También siento ............................................................................ 

Y bajo ese sentimiento hay ........................................................... 

Y bajo ese sentimiento hay ........................................................... 

Y bajo ese sentimiento hay ........................................................... 


Respira. Mira hacia tu interior y completa las siguientes frases: 

Lo que me da miedo es ................................................................ 

Lo que temo es ............................................................................ 

Lo que me da miedo es ................................................................ 

Lo que me asusta es................................................................... 

Lo que realmente me da miedo es ................................................


Lo que necesito en esta relación (situación) es .............................

Lo que necesito es ........................................................................

Lo que necesito es ........................................................................

Lo que necesito es ........................................................................

Lo que deseo es ............................................................................

Lo que deseo es ............................................................................

Lo que deseo es ............................................................................

Lo que deseo es ............................................................................


--> Para tener en cuenta: en medio de esta carta, si en algún momento recuerdas una situación similar pero anterior, tenida con esa persona o con alguien más, es valioso escribir de inmediato sobre lo que sucedió en ese tiempo anterior.

3. ¿Qué en mi pasado me recuerda esto?


Paso 4. Siéntelo para poder sanarlo

Debido a que el perdón es una acción emocional, primero debemos ser conscientes de los sentimientos involucrados, y liberarlos. Las emociones son el pegamento que nos une a una situación. Si tienes sentimientos fuertes no se pueden tapar o eludir, deben abordarse si quieres perdonar por completo. A menudo, el mayor cambio se produce cuando profundizamos en la verdad emocional de nuestra experiencia. Esto incluye darse cuenta de las emociones, los sentimientos y las sensaciones en el cuerpo. 


A muchos de nosotros se nos enseñó que algunas emociones o sentimientos no están bien y que debemos ocultarlos. Sin embargo, las emociones son parte de nuestra humanidad y son de vital importancia para nuestro bienestar. Nos dan información importante sobre lo que está sucediendo en nuestra vida.
Es esencial que aprendamos a sentir nuestros sentimientos y permanezcamos conectados con ellos. Es fundamental darse cuenta de que sentir emociones dolorosas es una parte natural y vital de estar vivo, de ser un ser humano.


Antes de escribir, tómate un momento para cerrar los ojos y pensar en la persona/situación, y observa el impacto que tiene en tu cuerpo físico. Observa
qué, cómo y dónde se siente en tu cuerpo mientras imaginas la situación. Toma nota de cualquier lugar de tu cuerpo que se sienta tenso o contraído. Comienza con la mandíbula y el cuello, el tórax, el abdomen sigue escaneando todo tu cuerpo...


1. En una escala del 1 al 10 (siendo 1 lo menos posible y 10 lo más posible) ¿Cuáles y cuánto experimentas cada una de las siguientes emociones y sentimientos?

Sentimiento Intensidad (del 1 al 10)
Ira
Resentimiento
Ansiedad
Culpa
Miedo
Traición
Decepción
Frustración
Desconfianza
Tristeza
Vengüenza
Culpa

Escribe ¿Cuál es la firma emocional de tu historia? (¿qué emociones se desencadenan con mayor intensidad?)


Paso 5. Deconstruye tu historia

Cuando estamos heridos u ofendidos, creamos una historia sobre lo que ocurrió. Esto es normal, todos estamos creando historias todo el tiempo. Las historias nos brindan una forma de relacionarnos con el mundo que nos rodea e interpretar y dar sentido a lo que estamos experimentando. 


En su mayor parte, hacemos esto inconscientemente y creemos honestamente que nuestra historia es completamente real. Sin embargo, rara vez es el caso, porque en realidad somos muy selectivos sobre qué hechos incluimos y qué hechos omitimos en nuestras historias. 


Las historias que nos contamos son extremadamente poderosas. La mayor parte del sufrimiento no es causado por lo que nos pasó, sino por la historia que nos contamos sobre lo que pasó.  En Forgive for Good, Luskin escribe sobre estas "historias de rencor" que nos inventamos y señala que hay tres elementos universales en toda historia de rencor (que son los componentes principales que motivan la creación de largos y dolorosos resentimientos):


1. Interpretamos un evento de manera personal.

2. Culpamos a la otra persona por cómo nos sentimos.

3. Creamos una historia en la que somos la víctima.


Así que el siguiente paso del proceso te invita a observar cuál es “tu historia” y darte cuenta de si has incluido cada uno de estos elementos en ella (para que seas consciente de si has creado una historia de quejas, rencor y/o  agravios). 


Teniendo en cuenta lo que has escrito en los pasos 2 y 3 (la historia de lo que te pasó) responde brevemente a cada una de las siguientes preguntas anotándolas en otra página de papel (no en tu carta): 


  1. ¿Piensas en esa dolorosa situación más de lo que piensas en las cosas buenas de la vida?
  2. ¿Al pensar en ella, sientes incomodidad física o alguna alteración emocional?
  3. ¿Qué aspectos de la situación te has tomado personalmente?
  4. ¿Sientes a veces que eres la única persona que ha tenido esta experiencia?
  5. ¿Culpas a la otra persona por cómo te sientes? ¿Has culpado a alguien más por cómo te sientes en esta situación? ¿A quién has culpado y por qué? (podría ser a ti mismo: ¿te encuentras pensando a veces que esta experiencia ocurrió debido a una falla tuya?)
  6. ¿Le has contado tu historia más de dos veces a la misma persona?
  7. ¿Te has comprometido a no volver a contar la historia o pensar en ella y luego has roto tu promesa?
  8. ¿Buscas a otras personas con problemas parecidos para contarles tu historia?
  9. Cuando cuentas esta historia, ¿te recuerda a otros eventos dolorosos que hayas vivido?
  10. ¿Es la persona que te lastimó el personaje central de tu historia? ¿Es el villano (o hay algún otro villano)?
  11. ¿Te ves a ti mismo como una víctima? ¿De qué manera?
  12. ¿Te encuentras hablando con la persona que te lastimó incluso cuando esa persona no está presente (mentalmente)?
  13. ¿Tu historia se enfoca principalmente en tu dolor y en lo que has perdido?
  14. ¿Se ha mantenido igual tu historia a lo largo del tiempo?
  15. ¿Has verificado la precisión de los detalles de tu historia?


Si has respondido afirmativamente a siete o más preguntas, o bien respondiste NO a la pregunta 15, hay buenas probabilidades de que tu historia sea de rencor.


Reconocer que uno ha formado una historia de rencor es un paso poderoso. Si has llegado a la conclusión de que te has formado una historia (la mayoría de la gente lo hacemos), no te sientas desanimado. La buena noticia es que, una vez que te das cuenta de tu historia de rencor, tienes la capacidad de cambiarla. Puedes crear una nueva historia, lo cual es la esencia del perdón.


Luskin señala que los mismos elementos de la historia del rencor brindan la hoja de ruta para el trabajo de crear una nueva historia más acorde con la realidad:


1) Aprende a no tomarte las cosas personalmente.

2) Asume la responsabilidad de tus sentimientos.

3) Cambia la historia para que ya no te veas como una víctima.


*Irás incorporando cada uno de estos elementos en pasos posteriores del Proceso del Perdón.


A partir de este momento, te invito a pensar en tu historia de rencor como tu "vieja historia" y crear una nueva. Cuanto más desmanteles tu vieja historia y crees una nueva, más te liberarás del encarcelamiento y sufrimiento del pasado... 


Paso 6. Considera el impacto

Una vez que hayas identificado y deconstruido tu historia, el siguiente paso es considerar el impacto de tu historia en tu vida, una especie de balance de cómo te impacta en todos los niveles: mental, emocional, espiritual y físico.


Algunas preguntas que pueden ayudarte:

  • ¿Cómo da forma e influye esta experiencia en tu: salud, trabajo, intimidad, familia, otras relaciones, finanzas y bienestar general?
  • ¿Qué te está costando? 
  • ¿Cómo te afectará el problema en el futuro si continúas manteniendo tu historia?
  • ¿Qué ganas con mantener la situación tal y como está? ¿Qué partes o aspectos de ti o de tu vida se benefician al aferrarse a ella?
  • ¿Cuáles son tus motivos e intenciones para liberar tu queja? ¿Qué partes de ti quieren resolverlo?


Paso 7. Encuentra el mensaje (tu creencia)

En este paso vamos a distinguir entre el mensajero y el mensaje


Cuando la oficina de correos te entrega la notificación de una multa de tráfico, supongo que no estás muy satisfecho. No obstante, con lo que no estás contento es con la notificación de la multa, no con la persona que te la entregó. La notificación de la multa es el mensaje. El cartero es el mensajero. Esta distinción se puede aplicar a cualquier situación en la que reaccionamos emocionalmente.


Por ejemplo, puedo enojarme si tengo planes de reunirme con un amigo y el amigo no se presenta. Aquí, mi amigo es el mensajero. Y para poder recibir el mensaje, debo "despedir" al mensajero. ¿Cuál es la razón por la que estoy realmente ofendido? Si me siento herido o dolido, miraré ¿Qué estoy interpretando acerca del hecho de que no se haya aparecido mi amigo?: quizás no soy importante o lo suficientemente digno para mi amigo. ¡Este es el mensaje! Si bien puede ser tentador culpar a mi amigo, es mucho más beneficioso "despedir al mensajero" y concentrarse en lo que hay debajo de la superficie.


El “mensajero” es la situación externa o la persona que provocó tu sensación de malestar.

El “mensaje” son los sentimientos que el mensajero desencadena en ti y las creencias centrales incrustadas en esos sentimientos.


En otras palabras, el mensaje es lo que te llevaste e internalizaste del evento perturbador u ofensivo, lo que te dijiste a ti mismo que significaba para ti.


Michael Brown, autor del maravilloso e imprescindible libro El Proceso de la Presencia, enfatiza la importancia de ver cómo el mensaje se conecta con nuestro pasado: “Cada vez que sucede algo que nos altera emocionalmente, ya sea que se nos presente como un evento o como el comportamiento de otra persona, estamos viendo un reflejo de nuestro pasado… [Lo que estamos experimentando es] una repetición de las creencias generadas por las experiencias no integradas de nuestra infancia  impresas en nuestro cuerpo emocional".


En este paso del proceso del perdón, se nos invita, pues, a profundizar en el mensaje y descubrir nuestras heridas centrales y las creencias formadas hace mucho tiempo (asociadas a la “firma emocional” del mensaje del Paso 4, que consiste en la combinación única de sentimientos que experimentamos en conexión con nuestra "historia de rencor").


Porque una vez que identificamos la firma emocional, podemos rastrearla hasta momentos anteriores en los que hemos experimentado los mismos sentimientos y creencias. Esto nos permite ver el linaje o patrón del mensaje + la herida central. Al rastrear el patrón repetitivo hasta su origen, podemos llevar la conciencia a la raíz del problema. Hacemos esto permitiéndonos sentir plenamente nuestros sentimientos, sólo que ahora con recursos para atender y reparar la herida que antes no teníamos.


Es útil darse cuenta de dos cosas:

  1. Primero, esa herida central (y cualquier forma en que te hayas identificado con ella) es sólo una parte de ti, no es la totalidad de lo que eres.
  2. En segundo lugar, tus heridas emocionales se basan en creencias falsas, creencias que adoptaste porque no sabías de qué otra manera interpretar lo que estaba ocurriendo. Cuando estas creencias se exponen a la luz de la comprensión, su falsedad se hace evidente. Entonces tienes la oportunidad de formar nuevos patrones de pensamiento y sentimiento basados en la verdad, basados en quién eres realmente. Este es el momento de la liberación y la promesa transformadora del perdón.


De modo que, vamos a distinguir entre el mensajero y el mensaje respondiendo a estas preguntas en tu papel:

  1. ¿Quién es el mensajero?
  2. ¿Cuál es el mensaje que recibiste?
  3. ¿Estás dispuesto a despedir al mensajero y concentrarte en el mensaje?
  4. ¿Qué creencias fundamentales (sobre ti mismo) están incrustadas en tu firma emocional? (Ejemplos: "No soy lo suficientemente bueno", "No soy importante", "No soy amable", "Hay algo mal en mí").
  5. ¿Cuál es la primera experiencia de este patrón que recuerdas? (la primera vez que recuerdas que experimentaste estos sentimientos y el mensaje asociado a ellos).
  6. ¿Puedes dejarte llevar por los sentimientos relacionados con tu antigua historia? A medida que surgen los sentimientos, ¿puedes sentir compasión por ti mismo? ¿Puedes ser amable contigo mismo aquí?


Paso 8. Cambiar la perspectiva: encontrar el regalo

El conflicto es un drama externo que refleja el estado interno de uno. Una vez que se entiende el mensaje, el conflicto externo ya no es necesario.


Este paso es más controvertido, tiene que ver con la perspectiva de que nuestra vida se está desarrollando perfectamente y que, si pudiéramos ver el panorama general de la misma, lo reconoceríamos enseguida y estaríamos agradecidos por todas y cada una de las experiencias que vivimos.


Desde este punto de vista, el perdón es un poderoso cambio de perspectiva, una comprensión de que no hay nada que perdonar porque cada situación se ha desarrollado perfectamente exactamente como se suponía que debía desarrollarse para proporcionarnos un regalo. Al dejar de vernos como víctimas y al alinearnos con la perfección de la vida, nos abrimos a experimentar un gran amor y alegría; una sensación de que la vida nos está apoyando todo el tiempo con nuestras vivencias.


Eres verdaderamente libre cuando puedes hasta agradecer lo malo que te ha pasado, pues gracias a ello pudiste crecer, expandir tu consciencia.


1. ¿Cómo te ha brindado tu experiencia "imperdonable" una oportunidad de crecimiento? ¿Qué has aprendido de ella hasta ahora? ¿En qué te favoreció? ¿Qué cambió en tu vida a partir de ello? ¿Qué aprendiste? ¿A qué te atreviste? ¿Qué habilidades, conocimientos, etc. ganaste? ¿En qué te hizo más grande, mejor de lo que eras antes?


2. Pensando en el linaje de tu mensaje, ¿por qué crees que este patrón sigue repitiéndose en tu vida? ¿Cuál podría ser su propósito?

3. ¿Qué has aprendido hasta ahora sobre tus heridas centrales?

4. Imagina que estás al final de tu vida, mirando hacia atrás. ¿Cómo fue este agravio una parte importante de tu camino? ¿De qué manera era exactamente lo que tenía que ocurrir?

5. ¿Qué regalos ha recibido de esta situación que de otro modo no habrías recibido?



Paso 9. ¿Estás listo para perdonar?

Para la mayoría de las personas en la mayoría de las situaciones, el perdón es un proceso que se desarrolla con el tiempo. La cuestión del tiempo es importante y muy individual. No es útil esforzarse por perdonar antes de estar listo. Fíjate si sientes que “deberías” perdonar, si alguien te ha dicho que "deberías hacerlo", pero en realidad no quieres perdonar. Fíjate si sientes que “deberías” estar listo, pero realmente no sientes que lo estés. Fíjate si sientes alguna resistencia a la idea del perdón. Si es así, no intentes ignorarla o anularla. Lo mejor que puedes hacer es darte permiso para estar exactamente donde estás...


  1. ¿Estás listo para dejar de lado tu "vieja historia", incluso sobre ti mismo? En una escala del 0 al 10 (siendo 0 no estar listo para nada y 10 estar completamente listo) Cierra tus ojos y hazte la pregunta ¿Qué tan listo estás?
  2. ¿Estás listo para perdonar a tu(s) mensajero(s)? (Es posible que tengas un mensajero actual y también uno o más del pasado). En una escala de 0 a 10 (0 no estás listo para nada y 10 estás completamente listo) ¿Qué tan listo estás?
  3. Si ves que no estás completamente listo para perdonar, observa y describe tu resistencia. Nota cualquier impulso, sentimiento o sensación en tu cuerpo, así como cualquier pensamiento, imagen o asociación que pueda surgir y pregúntate ¿Qué te dice tu resistencia? Si pudieras darle una voz, ¿Qué diría?



Paso 10. Encuentra la intención positiva de lo que te sucedió

Digamos que has crecido en un hogar en el que la disciplina y la rigidez eran la norma. Te sientes enojado y culpas a las personas que te criaron por su falta de dulzura y cariño. También estás enfadado contigo mismo por haber callado todo el tiempo que viviste allí. Puedes sentirte víctima de esta situación o puedes identificar la intención positiva de tus cuidadores para hacer las paces con la situación, que aquí podría ser: que no fueras alguien blandengue para que nadie te dañara o te manejara, prepararte para la vida, educarte de manera que aprendieras acerca del autocontrol, la responsabilidad, a confiar en ti mismo...


En este paso se trata de cambiar los juicios y las creencias por consciencia, indagando en los posibles motivos que llevaron a esa persona a hacer lo que hizo. Recuerda que, como mencionamos en el anterior post, los motivos que hacen actuar a las personas se pueden dividir a grandes rasgos, en dos tipos:

  1. "Querer sentir placer" 
  2. "Evitar sentir dolor"


Por ejemplo, hacemos algo pensando que nos hará sentir alegría, pero nos termina haciendo sufrir. Y otras veces, actuamos para evitarnos algún sufrimiento, pero lo único que conseguimos es más dolor. Esto demuestra nuestra inmadurez, nuestra debilidad y lo torpes que podemos llegar a ser manejando nuestras vidas. 


Debemos comprender que
los seres humanos cometemos errores frecuentemente, en realidad somos falibles por naturaleza. Y que, por tanto, los actos de los demás, al igual que los propios, son a causa de su falibilidad, su inmadurez, su poca habilidad, sus creencias, sus debilidades, etc.


Recuerda que tu viaje al corazón y la mente del ofensor no excusa ni condona su comportamiento, aunque puede liberarte de la suposición errónea de que lo causaste tú, lo mereciste o que fue simplemente para dañarte. Cuando aceptas a alguien con sus limitaciones, carencias, traumas, etc. te recuerdas a ti mismo que, sí, esta persona te hizo algo a ti, pero lo que hizo no fue necesariamente debido a ti ni contra ti.

 

Así que imagina y escribe los posibles motivos que llevaron a esa persona a actuar de tal manera. ¿Cuál podría haber sido la intención positiva de la otra persona? ¿Eres capaz de humanizarla y ver que es posible que ella también pudo haber estado sufriendo? ¿Puedes empatizar con sus heridas y sufrimiento? Imagina las causas y escríbelas. 


Cuando acabes de escribir,
no juzgues como correctos o equivocados los motivos de sus actos, ni te enfoques en si estás o no de acuerdo con ellos. Es necesario que te centres en los motivos que la llevaron a actuar e intenta comprender su inmadurez, imperfección, torpeza, debilidad… 


Para comprender verdaderamente la cosmovisión de una persona, como dice el proverbio debes caminar un kilómetro con sus zapatos. No se trata sólo de ser una persona más empática o compasiva o ganar en (auto)amor, sino  como decía el erudito y maestro espiritual de la kabbalah Rav Berg,
"porque cuando sentimos el dolor de otros, no hay nada en esta realidad física que pueda amenazarnos".


Puedes usar estas preguntas como pauta y escribir las respuestas en una hoja de papel, para luego redactar la segunda carta:

  1. ¿Cuáles fueron las presiones situacionales que hicieron que la persona se comportara como lo hizo? ¿Cómo era su vida en el momento de cometer la ofensa?  ¿Cuáles eran sus problemas?
  2. ¿Cómo era la vida de la persona mientras crecía? ¿Cómo fue crecer en su familia? ¿Pudo esto haber influido en su comportamiento? ¿Cómo fue venir de su cultura o época? ¿Cuáles son los eventos en la vida de la persona que la llevan a tener la personalidad que él o ella tiene? 
  3. ¿Cuál crees que es el código moral que rige en la vida de la persona y que pudo haber influido en su comportamiento en aquella situación? 
  4. ¿Cómo ve el mundo?
  5.  ¿Qué teme y ama, qué le gusta y qué le desagrada?
  6. ¿Cuál es su inteligencia emocional?
  7. ¿Cuáles fueron tus propios comportamientos provocativos? Es decir, ¿podría la otra persona, desde su punto de vista, percibir algo que hice como una provocación?
  8. ¿Cuál era su expectativa de ti, de los demás?
  9. ¿Qué placer deseaba sentir aquella persona que le hizo actuar de esa manera?. O bien, ¿qué dolor pretendía evitar?. ¿Cuáles eran las buenas intenciones de la persona? ¿La persona quería ayudarme, corregirme o tenía en mente que pensaba que sería bueno para mí, pero su comportamiento no tuvo ese efecto o tuvo el efecto contrario?

Si no puedes responder a estas preguntas, entonces no sabes lo suficiente para condenar a esta persona…

Al no tener los datos completos, tus juicios de valor son inexactos (te falta mucha información)...


Es el momento de escribir tu segunda carta...

Una vez hayas respondido a las preguntas, vas a escribir la segunda carta desde el punto de vista del ofensor o infractor, es decir, escríbete la carta a ti mismo como si viniera de su parte y en ella te explicara y justificara desde su perspectiva:

  • qué le sucedió,
  • porqué lo hizo,
  • el pasado que le condicionó a hacer lo que hizo,
  • cómo el dolor o malestar que te ha causado también le ha afectado,
  • todos y cada de los motivos por lo que le guardas rencor,
  • y todo lo que sea que quieres/necesitas conseguir: si quieres una disculpa, escríbela. Si necesitas que repare lo que hizo de alguna manera, escúchalo de esa persona en la carta.


Aunque esta es una carta imaginaria, llena de deseos y sepas que la estás escribiendo tú, puede que te sorprendas de lo perspicaz que es y lo útil que puede resultar. A menudo sucede algo poderoso al escribir desde la perspectiva de otro. El alivio viene a menudo mientras escribes. La comprensión siempre disminuye cualquier torbellino emocional. La compasión trae el perdón.


Debes saber que investigadores en neurociencia, como el Dr. Joe Dispenza, aseguran que “cuando nos concentramos y volcamos en algo, nuestro cerebro no distingue el mundo interior mental de lo vivido en el mundo exterior. Aquello que pensamos se convierte en nuestra experiencia”. Es decir que, a menudo, la mente no distingue la diferencia entre lo que sucede en la imaginación y lo que sucede en la realidad. Por lo tanto, darte lo que prefieres o necesitas recibir a través de la carta, puede permitirte sentir que ya lo has recibido. Entonces, de repente, habrá un cambio y dejarás ir el malestar.


No obstante, si te parece que aún así no puedes dejarlo ir, está bien, sigue con el siguiente paso. El trabajo del perdón tiene resultados de bola de nieve. Mientras hagas tu mejor esfuerzo en cada etapa, lo que se tenga que mover, se moverá a lo largo del proceso... 


Paso 11. Escribe aquello que puedes agradecerle a la persona

Con todo lo que has ido descubriendo (especialmente en los Pasos 6 y 7), escribe ahora todo lo que puedes agradecer a aquella persona o situación, aunque parezca insignificante. Aunque necesites mucho tiempo, recuerda lo máximo posible, y escribe tanto como puedas, cuanto más mejor. ..


Y si además hay algo de lo que querrías disculparte en este momento del proceso, escríbelo también.


Paso 12. Utiliza la fuerza de las palabras y declara “Te perdono”

Ya vimos que el perdón no tiene que ser verbalizado a la persona en cuestión para sentirse en el corazón. En muchos casos, no podrás ponerte en contacto con la persona que te perjudicó, no necesitarás hacerlo o no querrás hacerlo. No importa, recuerda que el cerebro muchas veces no distingue entre realidad y ficción.

 

Lo que es bastante seguro es que, si es una persona con la que seguías relacionándote, note que algo ha cambiado. Dado que ya no te dominan la rabia y la crítica, y muestras más franqueza y generosidad en tus conversaciones con él o ella, es posible que se sienta menos amenazado/a y deje de aferrarse a su posición. En consecuencia, tal vez tu relación con esa persona se vuelva más honesta, cómoda, factible y productiva. Este sería el guion más feliz…


También es posible que la otra persona haya estado desesperada por ajustar cuentas contigo, y este perdón pueda conducir a una sincera disculpa de su parte. Podría convertirse en el primer paso hacia una reconciliación plena, aunque también es posible que una reacción por su parte no llegue nunca. En cualquier caso, si puedes pronunciar las palabras mágicas "Te perdono", el alivio físico y emocional que obtendrás te ayudará a darte cuenta de que es lo mejor para ti. 


De modo que a continuación haz en voz alta la siguiente declaración (aunque sea en voz tan baja que no pueda oírlo nadie): "Para mi propia felicidad, calma y libertad perdono a . .."


-->Tal vez aún sientas cierta resistencia o no sientas plenamente que lo estás diciendo de corazón cuando lo pronuncies. Aunque los sentimientos te digan "No le puedo perdonar", puedes decirlo simulándolo, como sugiere la frase “Fake it till you make it" (“finge hasta que lo consigas”). En tal caso, repítelo en voz alta durante más de 10 minutos. En 10 minutos lo puedes repetir entre cuatrocientas y quinientas veces.

Finalización

Si bien el perdón es a menudo un proceso continuo que ocurre en fases, es valioso marcar las etapas de finalización.


Tanto si has experimentado una liberación significativa como algún tipo de cambio en relación a la situación dolorosa, es importante que lo reconozcas.


La terminación puede tomar muchas formas. Puedes sentirte completo con el proceso anterior sin necesidad de hacer nada más que lo que has hecho al escribir e integrar. O bien puedes lograr el cierre realizando algún tipo de ritual o acto simbólico para consagrar tu experiencia, dado que los rituales juegan un papel poderoso e importante en nuestras vidas, incluso para poner fin a los conflictos y generar cambios.


Te propongo culminar este proceso realizando una antigua práctica hindú llamada Vasana Daha Tantra (o bien o crear uno propio). Estas palabras sánscritas significan lo siguiente:

- Vasana, son tendencias subconscientes profundamente arraigadas que dan forma a las actitudes y motivaciones de uno,

- Daha significa quemar

- Tantra es un método o práctica.


Esta técnica implica 1) escribir en papel cualquier experiencia emocional no resuelta que puedas tener en tu subconsciente o cualquier emoción que estés experimentando y de la que te gustaría deshacerte (esta parte ya la tienes hecha). Una vez que lo hayas escrito, 2) arrugas o rompes todos los papeles y los quemas en cualquier fuego ordinario.


Como afirmaba Tesla: "Si quieres encontrar los secretos del universo, piensa en términos de energía, frecuencia y vibración". Todo en nuestro mundo está hecho de energía y vibra a una determinada frecuencia. Entonces, si tienes una experiencia problemática, ahora ya sabes que va unida a una emoción (la firma emocional), que está vibrando en tu mente subconsciente. Como no puedes hacer nada sobre la experiencia porque ya sucedió, lo que sí que puedes hacer para ayudarte a ti mismo es eliminar la emoción asociada a la experiencia.


Mientras has ido escribiendo acerca del problema, esa experiencia se ha movido de tu mente subconsciente a tu mente consciente (porque la estabas reviviendo). Lo interesante es que la energía y la emoción resultantes de la experiencia fluyen a través de tus manos hacia el papel. ¿El fuego va a destruir la emoción? No, porque no puedes destruir la energía. Pero lo que realmente haces es transformar la emoción en el papel en llama, humo, calor, ceniza y un montón de cosas diferentes. Es una manera de sacar esos recuerdos e impresiones persistentes de la mente subconsciente que nos permite "aprender la lección” de la experiencia y soltarla.


Ritual de fuego (Vasana Daha Tantra)

Así que, para que experimentes la práctica de Vasana Daha Tantra por ti mismo, cuando estés a punto, prende fuego a todos los papeles que has escrito y deja que se quemen por completo.


Deberías sentirte más ligero después de completar este proceso. Ese es el peso de la energía tóxica que se quita de tus hombros (al dejar ir el odio y la ira acumulados).


Mientras observas cómo se queman hasta desintegrarse afirma tu intención de liberar por completo el conflicto, a cualquier persona involucrada y a ti mismo de tu vida, para siempre… y luego afirma qué es lo que estás reclamando para ti mismo con este proceso. Podrían ser cosas como: 

  • “Recupero mi paz”
  • "Me libero del pasado"
  • “Elijo ser libre”
  • “Quiero vivir en el amor”
  • “Hoy empiezo de nuevo”
  • “El amor es el camino a la felicidad y el bienestar”
  • “Transformo mi vida con el amor”
  • “Soy más grande que cualquier dificultad”
  • “Soy paz”
  • “La vida me ama y me apoya”
  • Etc.


Nota Final en caso de que hayas trabajado con tu padre o tu madre en este proceso

Si existe la posibilidad, ¿Qué te parecería pasar a la acción antes de que el sentimiento de perdón, agradecimiento o disculpa se desvanezcan? La relación que se tiene con los padres se refleja en muchas de nuestras relaciones, y te será muy beneficioso si te reconcilias de corazón con ellos.


Piensa que tus actos llenos de valor te pueden liberar de la prisión que representa el "no poder perdonar", y conseguir tu libertad… ¡te aseguro, por mi propia experiencia, que esto te puede cambiar la vida de forma increíblemente favorable!.


Cuando uno se disculpa o da las gracias, lo ideal es hacerlo sin esperar a que los otros respondan de x manera, cambien, etc. El objetivo es transmitirlo, aunque no sepas si aquella persona lo aceptará o no. Si eres capaz de transmitirlo, ya es suficiente.


Si por lo que sea no hubiera ninguna reacción por su parte, te rechazaran o incluso te repliquen algo del estilo: "¡Qué me dices ahora!", recuerda que simplemente significa que esa persona está muy dolida o que alguna creencia o trauma le impide poner amor al conflicto.


Es posible que tu padre o madre simplemente no esté preparado o no quiera responsabilizarse de sus actitudes y comportamientos. Esa es su debilidad... Además, puede ser que, aunque te rechace abiertamente, en el fondo, tus palabras, le hagan sentir algo...y en algún momento esa semilla dé sus frutos.

 

En todo caso, valórate por el hecho de haber actuado y por haber escogido perdonar. Al haber perdonado, experimentarás de un modo natural alivio y una perspectiva cada vez mayores y, además, habrás dejado de ser la víctima, con lo que vuelves a ser el/la responsable de tu propia vida y recuperas el poder que les habías cedido. Siéntete orgulloso por esto.

 

Y recuerda estas palabras (la "ley de lo inevitable ") que aparecen en el libro La ley Del Espejo:


"Todos los problemas que surgen en la vida ocurren para hacernos dar cuenta de algo importante.

Usted no tendrá nunca ningún problema que no pueda solucionar.

Usted tiene la fuerza necesaria para resolver cualquier problema,

el cual ocurre para que a través de su solución usted se dé cuenta de algo importante."

 


❤️ Gracias infinitas por haber culminado este proceso... ❤️


Si te has quedado con ganas de más...prueba con este poderoso ejercicio guiado en audio por Jorge Lomar!

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