Cuando te topas con un desafío en tu vida, ¿te sientes como el héroe o heroína protagonista que maneja los hilos o más bien como un personaje secundario a merced de azarosas fuerzas cósmicas? Tu respuesta a esta pregunta se refiere a tu locus de control.
Todos tenemos nuestra propia manera de ver el mundo y de percibir cuánto control tenemos sobre nuestras vidas. Técnicamente se llama
"locus de control", pero no te preocupes, no es nada complicado. Es simplemente
la forma en que percibimos nuestra capacidad de enfrentar e influir en lo que sucede en nuestras vidas. Y es que ver el mundo de una manera o de otra es realmente importante porque
influye en nuestras emociones, en nuestra respuesta a los acontecimientos y en nuestra motivación para actuar.
1. Qué es el Locus de Control
Imagina que eres el director de una película épica llamada "Mi Vida".
Si tienes lo que los psicólogos llaman un locus de control interno, sería como si te vieras a ti mismo como
el héroe o heroína de la historia, tomando decisiones y teniendo el control sobre los resultados. En esta película, sabes que tus acciones tienen un impacto directo en lo que sucede y te sientes empoderado para tomar acción.
Por otro lado, si tienes un
locus de control externo, sería como si te vieras más bien como
un mero espectador de cine, sentado pasivamente en tu asiento y pensando que los eventos que suceden en ella están fuera de tu control. Sientes que las cosas suceden por suerte, destino, karma o cualquier otro factor externo, y eso puede hacer que te sientas un poco desmotivado e impotente.
La buena noticia es que
el locus de control no es algo fijo. Puedes cambiar tu forma de ver las cosas. Si descubres que tienes un locus de control externo y quieres ser el protagonista de tu propia película, puedes trabajar en ello. Puedes desarrollar una mentalidad de control interno, creyendo en ti y en tu capacidad de influir en tu vida y en los resultados que obtienes.
Como ves el locus de control afecta significativamente la forma en que las personas afrontan los desafíos, gestionan el estrés, toman decisiones y se relacionan con los demás. Por lo que
tiene repercusiones en todos los ámbitos de la vida
de una persona, especialmente en cuanto a la consecución de logros académicos, el desempeño laboral, las relaciones interpersonales y la salud y el bienestar.
2. Tipos de Locus de Control
Una persona con un locus de control interno tiende a creer que tiene un control significativo sobre su vida y que sus propias acciones, esfuerzos y decisiones influyen en los resultados que experimenta (por ejemplo, en su éxito académico, en las relaciones con los demás, en su estado de ánimo, salud y en general en su bienestar). El locus de control interno a menudo se usa como sinónimo de "autodeterminación" y "poder personal" porque si crees que tienes las llaves de tu destino es más probable que seas más
proactivo
y tengas iniciativa para alcanzar metas y superar obstáculos.
Si creo que tengo cierto control sobre mi salud es más probable que adopte hábitos saludables, como hacer ejercicio regularmente y llevar una dieta equilibrada.
Por el contrario, si una persona tiene un locus de control externo tiende a creer que los eventos están determinados principalmente por fuerzas externas (la suerte, el destino, Dios, la influencia de otras personas), y siente que tiene poca autoridad sobre su propia vida. Como cree que el resultado no está en sus manos es menos probable que mantenga una actitud positiva frente a los desafíos, se esfuerce para lograr algún cambio o tome responsabilidad por sus acciones. Aquí, si creo
que mi salud está principalmente determinada por factores externos, como la genética o el azar, no me esforzaré demasiado en adoptar un estilo de vida saludable. Y me centraré en
culpar a otros, por ejemplo a mis padres, por los problemas de salud que he heredado, como si la cosa de la salud no fuera en absoluto conmigo.
Características de las personas con Locus de Control Interno
- Tienden a ser más
proactivas y a trabajar más duro para lograr las cosas que quieren.
- Son más propensas a asumir la
responsabilidad de sus acciones.
- Buscan
soluciones a los problemas (no los ignoran, evitan o huyen de ellos).
- Tienden a estar
menos influenciados por las opiniones de otras personas.
- A menudo les va mejor en las tareas cuando se les permite trabajar
a su propio ritmo.
- Por lo general, tienen un fuerte sentido de "autoeficacia".
- Se sienten
seguras de sí mismas frente a los desafíos.
- Tienden a ser
físicamente más saludables.
- Reportan ser
más felices y
más independientes.
- A menudo logran un
mayor éxito
en sus puestos de trabajo.
Características de las personas con Locus de Control Externo
- Tienden a ser
dependientes.
Esperan constantemente a que alguien diga o haga algo para saber cómo reaccionar, en lugar de crear respuestas iniciales que aborden sus propias necesidades.
- Tienden a ser
sumisas (esperan o permiten que otras personas definan lo que es correcto para ellas).
- Requieren o responden SOLAMENTE o principalmente a la
aprobación o
validación externa, y se sienten ansiosas o de mal humor cuando esa validación externa no está.
- Tienen un
excesivo sentido de responsabilidad y
tienden a autoinculparse por las cosas que van mal en los pensamientos, sentimientos y comportamientos de otras personas.
- Sienten que tienen que
aceptar lo que sea de su pareja, que no tienen control ni derecho a pedir nada diferente.
- Culpan a las fuerzas externas por sus circunstancias. Atribuyen incluso las cosas buenas que suceden en sus relaciones a factores externos (en lugar de a ellas mismas).
- Fatalistas. A menudo atribuyen a la suerte, casualidad o azar cualquier éxito.
- Con frecuencia, se sienten
pasivas,
desesperanzadas
o
impotentes ante situaciones difíciles.
Más señales de que tienes un locus de control externo:
(Así es, esos momentos en los que sientes que todo está fuera de tus manos y culpas al mundo entero por tus desgracias)
- Sentimiento de falta de control o ¡el maldito destino!: Si tienes la sensación constante de que el universo está conspirando en tu contra y que no tienes control sobre nada. ¡Ojo, no dejes que el destino se lleve todo el crédito!
- Baja autoestima y autoconfianza o el "Yo no puedo": Si a menudo te encuentras repitiendo el mantra de
"yo no puedo hacerlo" y tienes poca confianza en tus propias habilidades y capacidades para influir en tu vida. Puedes creer que no tienes el poder de tomar decisiones o de lograr cambios positivos, aunque recuerda, ¡tú eres más capaz de lo que crees!
- Dependencia excesiva: Te sientes incapaz de confiar en ti mismo y en tus propias habilidades. Dependes en gran medida de la opinión, dirección, aprobación o ayuda de otras personas para tomar decisiones y enfrentar desafíos. ¡Confía en ti mismo y sé tu propio héroe!
- Actitud de victimización: Si te encuentras frecuentemente adoptando el papel de víctima y culpando a los demás y a las circunstancias por tus problemas es hora de revisar tu locus de control. ¡Deja de buscar chivos expiatorios y toma las riendas de tu vida!
- Falta de responsabilidad: Si no te sientes cómodo enfrentando las consecuencias de tus propias elecciones y tiendes a evitar asumir la responsabilidad de tus acciones, decisiones o resultados, y prefieres atribuirlos a factores fuera de tu control. ¡Recuerda que eres el director de tu propia historia!
- Desmotivación y falta de iniciativa: Si te encuentras con una falta de chispa y poca iniciativa para perseguir tus metas o superar desafíos, creyendo que tus acciones no importan. ¡Tus acciones pueden marcar la diferencia, así que ponte en movimiento!
- Fusión emocional y Pérdida de identidad: cuando dependemos completamente de otros, especialmente de nuestra pareja, para nuestra felicidad y bienestar. Esto significa que nuestra propia identidad se desmorona por completo. Nos fusionamos emocionalmente con la otra persona de una manera poco saludable. Nos volvemos dependientes de ellos para saber quiénes somos, cómo nos sentimos y qué queremos en cada momento. Nuestra identidad se desvanece por completo y necesitamos una validación constante. Buscamos esa validación para sentirnos amados, importantes y obtener un poco de motivación, amor propio y bienestar. Lentamente, nos convertimos en lo que creemos que los demás quieren que seamos, perdiendo nuestra autenticidad en el proceso.
- Recuerda que estos indicadores no son motivo para preocuparse, ¡sino oportunidades para un cambio positivo! Si reconoces algunos de estos patrones en tu vida, es hora de abrazar tu locus de control interno y tomar las riendas. ¡Tú tienes el poder de ser el héroe de tu propia historia!
- Es importante destacar que tener un locus de control interno no significa que una persona tenga un control total sobre
todos
los aspectos de su vida, ya que hay eventos y circunstancias que están fuera del control de todo el mundo. Sin embargo, creer en la capacidad de influencia personal puede proporcionar una mentalidad más positiva y orientada hacia el logro de metas.
Beneficios del Locus de Control Interno
Descubre los increíbles beneficios de tener un locus de control interno. ¡Te sorprenderás de lo que puedes lograr!
- ¡Toma las riendas de tu vida!
Aquellos con un locus de control interno sienten que tienen el poder de influir en su propio destino. Esto les brinda una sensación de control y empoderamiento, aumentando su confianza en sí mismos y en su capacidad para lograr grandes cosas.
- Motivación en acción. Al creer en el impacto de sus acciones, las personas con un locus de control interno son verdaderos guerreros en busca de sus metas. Su convicción de que cada esfuerzo cuenta les impulsa a darlo todo y trabajar duro para alcanzar el éxito.
- Responsabilidad y empoderamiento.
Aquellos con un locus de control interno asumen la responsabilidad de sus decisiones y acciones. Saben que son los capitanes de su propio barco y están dispuestos a tomar el timón para cambiar su vida, sin culpar a los demás.
- ¡Supera cualquier obstáculo!
Tener un locus de control interno está asociado con una increíble
resiliencia. Estas personas creen en su capacidad para superar desafíos y encontrar soluciones incluso en los momentos más difíciles. ¡Nada puede detenerlos!
- ¡Toma decisiones con confianza!
Aquellos con un locus de control interno toman decisiones con autonomía y sabiduría. Confían en su intuición y en su capacidad para evaluar las opciones, eligiendo siempre la mejor
alternativa para su éxito.
- Cuida tu bienestar mental. Un locus de control interno está relacionado con un mayor bienestar psicológico. Estas personas experimentan menos estrés, ansiedad y depresión, ya que se sienten fuertes y capaces de manejar cualquier situación que se les presente.
- Libérate de las ataduras emocionales ¿Cansado de depender de la respuesta emocional de los demás? Con el locus de control interno, reduces drásticamente tu dependencia de las emociones de los demás (fusión emocional). Ya no tendrás que esforzarte tanto para mantener el equilibrio emocional en una relación, porque te enfocarás principalmente en tus propias necesidades y estado emocional.
- Menos trabajo emocional, más autenticidad Olvídate de tener que hacer malabares emocionales para mantener las cosas en orden. Con un locus de control interno, te liberarás de la tensión reactiva en tus relaciones. Esto te permitirá abordar las interacciones de manera más saludable y auténtica, sin tener que sacrificar tu bienestar emocional en el proceso.
- Construye una relación contigo mismo/a ¡Es hora de poner el foco en ti! Al desarrollar un locus de control interno, cultivarás una sólida conexión contigo mismo/a. Aprenderás a atender tus propias necesidades emocionales y a construir una fe inquebrantable en tu propio ser. Esto te dará una base sólida para enfrentar las relaciones con confianza y equilibrio.
- Abraza una intimidad saludable Al liberarte de la dependencia emocional, podrás abordar la intimidad de manera más saludable y genuina. Te abrirás a nuevas formas de conectar con los demás, sin tener que sacrificar tu propia identidad y bienestar. Descubrirás una intimidad más auténtica y enriquecedora, basada en la reciprocidad y el respeto mutuo.
No subestimes el poder de tener un locus de control interno. ¡Abraza tu capacidad de cambiar tu vida y conquistar tus sueños!
Ejemplo de cómo influye el Locus de Control en nuestras relaciones
Imagina a una persona llamada Javier. Javier se da cuenta de que su pareja Eva le miente. Como Javier tiene un locus de control externo culpa a Eva, a las circunstancias que viven o a otras personas por la mentira. Piensa que él no tiene control sobre la honestidad de su pareja y, por tanto, se siente impotente para cambiar la situación. Como desea evitar conflictos, opta por evitar confrontaciones o discusiones sobre la mentira y prefiere mantener la paz en la relación en lugar de abordar directamente el engaño con Eva.
A pesar de ello, se siente desmoralizado y desmotivado ante la mentira de su pareja, cree que no puede confiar en ella, lo que le genera una sensación de vulnerabilidad y afecta la confianza en él mismo y en la relación.
Debido a su dependencia emocional, en lugar de confrontar la mentira y buscar una resolución activa, espera a que la pareja quizás cambie su comportamiento o resuelva la situación por sí misma, sin tomar medidas directas para abordar el engaño o comunicarse abiertamente sobre el problema.
Ahora imaginemos que es María quien descubre que su pareja le miente. María tiene un locus de control interno por lo que es más probable que tome un enfoque más activo y asertivo para abordar la situación. Aquí hay posibles respuestas o acciones que podría tomar:
- Comunicación abierta: Una persona con un locus de control interno valora la comunicación abierta y honesta en una relación. Por lo tanto, es probable que se acerque a su pareja para discutir el engaño y expresar sus sentimientos al respecto. Buscará una conversación sincera para entender las razones detrás de la mentira y trabajar en la resolución del problema.
- Establecimiento de límites: Basándose en su sentido de control interno, la persona puede establecer límites claros en la relación en términos de confianza y honestidad. Podría comunicar a su pareja que la mentira no es aceptable y que necesita transparencia y sinceridad para mantener la confianza en la relación.
- Toma de decisiones: Una persona con un locus de control interno es propensa a asumir la responsabilidad de sus acciones y decisiones. Si descubre una mentira, es probable que evalúe cuidadosamente la situación y tome decisiones informadas sobre el futuro de la relación. Esto puede incluir decidir si es posible reconstruir la confianza o si es necesario poner fin a la relación.
- Búsqueda de soluciones: En lugar de sentirse impotente, una persona con un locus de control interno buscará activamente soluciones para abordar el engaño y reconstruir la confianza. Esto podría implicar trabajar en la comunicación, establecer acuerdos claros o buscar terapia de pareja para resolver los problemas subyacentes.
- Priorización del crecimiento personal: Una persona con un locus de control interno se centra en su propio crecimiento personal y bienestar emocional. Si se enfrenta a una mentira en la relación, es probable que también reflexione sobre sus propias necesidades y límites, y busque satisfacción y felicidad más allá de la relación.
Test ¿Qué tipo de Locus de Control tengo?
Cómo lograr tener un locus de control interno
Desarrollar un locus de control interno implica cambiar la forma en que percibes y atribuyes el control sobre los eventos de tu vida. Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudarte a cultivar un locus de control interno:
- Reconstruye tu autoestima.
Trabaja en el fortalecimiento y el desarrollo de una imagen más positiva y saludable de ti mismo/a. Aborda y supera
las creencias negativas, los patrones de pensamiento autocrítico y las experiencias pasadas que hayan dañado tu autoestima. En lugar de basar el propio valor en la aprobación externa o en comparaciones con los demás, cultiva una autopercepción basada en la aceptación, el amor propio y el reconocimiento de tus propias fortalezas y logros.
- Autoconocimiento. Tómate el tiempo para reflexionar sobre tus creencias y actitudes actuales. Examina cómo percibes el control en diferentes áreas de tu vida. ¿Tiendes a atribuir los resultados a factores externos o a tus propias acciones y decisiones? Identificar tu patrón de pensamiento te permitirá reconocer dónde puedes hacer ajustes.
- Acepta la responsabilidad. Reconoce que tienes el poder de influir en tu vida y asume la responsabilidad de tus acciones y decisiones. Reconoce que aunque no puedes controlar todos los eventos externos,
puedes controlar cómo reaccionas ante ellos y las acciones que tomas en respuesta.
- Establece metas y trabaja hacia ellas. Establece metas realistas y desafiantes para ti mismo. Desarrolla un plan de acción y toma medidas concretas para alcanzar esas metas. Al hacerlo, estarás fortaleciendo tu creencia en tu capacidad para influir en los resultados.
- Enfócate en el control interno. Presta atención a tus logros y éxitos personales, reconociendo el papel que tu control interno desempeñó en ellos. Celebra tus esfuerzos y los resultados que has obtenido gracias a tus acciones y decisiones.
- Aprende de los fracasos. En lugar de culpar a factores externos o a la suerte cuando algo no sale como esperabas, enfócate en lo que puedes aprender de la experiencia. Evalúa tus acciones y decisiones, identifica áreas de mejora y determina cómo puedes hacer las cosas de manera diferente en el futuro.
- Cultiva una mentalidad positiva. Mantén una actitud optimista y positiva frente a los desafíos. Visualízate a ti mismo superando obstáculos y alcanzando tus metas. Practica la gratitud y enfócate en las cosas que puedes controlar y apreciar en tu vida.
- Busca apoyo. Rodéate de personas que tengan una mentalidad de control interno y te apoyen en tu proceso de cambio. Comparte tus metas y desafíos con ellos, y aprovecha su apoyo y perspectivas positivas. Evita a aquellos que te critican o te hacen sentir menos. Busca conexiones con personas que te inspiren y te ayuden a crecer.
Recuerda:
- Nadie tiene un 100% de control externo o interno, todos estamos en algún punto intermedio.
- El locus de control
puede cambiar a medida que vivimos nuevas experiencias, aprendemos y crecemos. Las experiencias, la educación y, a veces, incluso la terapia pueden tener un impacto en cómo percibimos y experimentamos nuestro control sobre las cosas. Todos estamos en constante cambio y crecimiento, y eso también afecta nuestra perspectiva del control en nuestras vidas.
- desarrollar un locus de control interno lleva
tiempo y esfuerzo. Es un proceso de cambio de mentalidad que requiere
práctica y perseverancia. Con el tiempo, puedes fortalecer tu creencia en tu capacidad para influir en tu vida y experimentar los beneficios de tener un locus de control interno más sólido.