Una técnica de bienestar -inmediato y a largo plazo- que podemos incorporar fácilmente a nuestra rutina matutina es la práctica de expresar gratitud y apreciación. Esta poderosa y sencilla práctica no sólo transforma nuestra mente y nuestro cuerpo sino que, además, cambia la perspectiva sobre cómo vemos la vida.
En cuanto despertamos, nuestra atención empieza a divagar automáticamente por el interior de nuestra mente.
Y si no hemos aprendido a dirigirla voluntariamente, que es algo que nos sucede a la mayoría de las personas, nuestra atención va yendo de un pensamiento a otro con muy poco control. Y, de entre los infinitos pensamientos hacia los que podríamos encaminar nuestra atención, normalmente dejamos que divague hacia problemas, dudas, preocupaciones, miedos, etc.
Muchos de nosotros empezamos un bonito nuevo día, lleno de oportunidades maravillosas, preocupándonos por eventos que aún no han ocurrido -y que, francamente, puede que nunca ocurran- y/o rumiando o lamentando cuestiones que ya sucedieron, con las pésimas consecuencias que eso tiene para nuestra salud física, emocional, mental y social.
Pero tú no eres tus pensamientos, ni tus emociones ni siquiera eres tu mente: tú eres la consciencia que tiene la capacidad de moverse por las diferentes áreas que hay en el "interior" de tu mente.
Si tu conciencia va constantemente a un área particular de la mente, por ejemplo, las preocupaciones, esa área de la mente se vuelve cada vez más fuerte, como si estuvieras fortaleciendo los músculos de esa zona.
A medida que la conciencia o atención va repetidamente a un área particular de la mente crea un surco hacia esa área de la mente. A medida que la atención viaja repetidamente hacia este destino (la preocupación, en este caso) crea un camino en el cerebro que va directo hacia la preocupación.
Al principio, ese camino en tu mente es bastante rudimentario, como un camino de cabras estrecho y de difícil acceso . Luego, a medida que más y más veces vas viajando por ese sendero, acaba por transformarse en una autopista de varios carriles, amplia, rápida y muy fácilmente transitable.
Cada vez que sigues volviendo a un área particular de la mente, ya sea la preocupación o la alegría, estás creando un camino ancho, rápido y fácil para que la atención se dirija rápida hacia allí. Hasta que llega un momento en el que la conciencia accede ahí automáticamente, sin que tú te des cuenta, porque conoce muy bien el camino.
Pero
puedes usar tu fuerza de voluntad y tu capacidad de concentración para llevar voluntariamente tu conciencia a cualquier área de la mente a la que quieras ir.
Llevas leyendo puede que un minuto o dos. ¿Has notado si tu mente ha divagado? ¿Hacia qué temas?
Un estudio de Harvard muestra que la mente divaga una media del 47% del tiempo. Lo que significa que nos pasamos casi la mitad de nuestras vidas perdidos entre nuestros pensamientos, casi la mitad de nuestras vidas sin estar presentes.
Una manera sencilla, poderosa y agradable de dirigir tu atención hacia áreas de la mente que te proporcionen bienestar es practicar el agradecimiento matutino. ¿Qué pasa cuando sientes gratitud? Que te llenas de emociones y sentimientos como la felicidad, la alegría, la esperanza, el amor, la conexión, etc. Y esos son el tipo de pensamientos y sentimientos en los que deseas concentrarte y manifestar en tu cerebro y en tu cuerpo.
"sentir gratitud significa que estás recibiendo
o ya has recibido "eso" por lo que estás agradecido.
Los ejercicios para dirigir voluntariamente la atención son como el ejercicio físico, tienes que realizarlos para poder beneficiarte de ellos. O practicas o no hay resultados.
Si nos acostumbramos a poner el foco en la abundancia de lo que "sí tenemos" estaremos fortaleciendo las rutas neuronales que nos conducen a la alegría, la diversión, la satisfacción, el optimismo y el entusiasmo.
De modo que incorporar este nuevo hábito no sólo
nos hará más saludables, felices y exitosos, sino que además
nos permitirá ver todo desde una conciencia superior o más amplia.
Según investigaciones como la de Robert Emmons, experto reconocido en el estudio de la gratitud, centrarse en las personas por las que nos sentimos agradecidos tiene un impacto aún más beneficioso que enfocarse en objetos, cosas o situaciones.
La gratitud hacia la multitud de personas que nos apoyan continuamente en nuestra vida cotidiana ayuda a fortalecer:
«Pensar en cosas que agradeces
te obliga a centrarte en aspectos positivos de tu vida.
Este simple acto incrementa la producción de neurotransmisores antidepresivos
como la dopamina y la serotonina»
– Alex Korb, neurocientífico, autor de The Upward Spiral
Para que compruebes por ti mismo/a los cambios positivos inmediatos que el agradecimiento pone en funcionamiento dentro de ti, te propongo la siguiente práctica, para guiar tu atención hacia el apoyo continuo que recibes de muchas personas -y que, puede, que no estés viendo del todo.
¿Por qué es importante ser específico? Porque lo semejante atrae a lo semejante. Si quieres recibir más de lo mismo, tienes que seguir agradeciéndolo.
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